Caso Domínguez: sin justicia
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Fue suspendido el juicio que iba a empezar hoy por el crimen de Christian Domínguez, asesinado el 5 de febrero de 2005 en la Comisaría Primera de Berisso. “Creímos que esta lucha de siete años llegaba a su fin, desde diciembre que aseguraron que el 5 de marzo iba a comenzar el juicio a los policías asesinos. Esto es una falta de respeto, una piedra más en esta lucha que parece que no va a terminar nunca”, denunció Pedro Domínguez.
El viernes, la familia Domínguez se presentó en el Tribunal integrado por los jueces Samuel Saraví Paz, Guillermo Labombarda, y Patricia de la Serna para solicitar información acerca del inicio del juicio. Al igual que durante toda la semana anterior, no tuvieron respuesta. “Vengan el lunes a recabar información”, les dijeron.
Al presentarse en tribunales este lunes les informaron de forma oficial que la jueza de la Serna pidió la extensión de su carpeta médica y el juez que salió sorteado para reemplazarla se excusó. “Esto se sabía de antes. Podrían habernos informado para evitar el dolor, la angustia y la incertidumbre de llegar a tribunales esperando empezar el juicio y encontrar este silencio de nuevo.”
“Esta falta de consideración y dilaciones incomprensibles son un maltrato absoluto, en una causa que fue elevada a juicio en el 2009, y que desde el principio estuvo plagada de irregularidades, donde fueron removidos tres fiscales por no investigar ni cumplir con sus deberes de funcionario público. Luchamos siete años para llegar a esta instancia, para que por fin se cumpla con el derecho a la verdad y la justicia que se supone que tenemos todos”, afirmó Rosa Bru, presidenta de la AMB.
En este marco, tampoco estaban completas las pericias solicitadas por la defensa de la familia para ser incorporaras a la causa antes del juicio. Por esto la semana pasada, la A. Miguel Bru presentó un recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires solicitando se arbitren todos los medios para garantizar el inicio del juicio y denunciando la “inexcusable mora en la tramitación de las referidas actuaciones que han significado un real y perjudicial trastrocamiento del proceso, en general, y que pone en juego la realización del debate”.
Esta semana van a presentarse ante la Suprema Corte de Justicia y el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, entre otras instancias.
En el juicio serán juzgados los policías Luciano Principi, Germán Cernuschi y Víctor Gómez – acusados de “torturas seguidas de muerte”, todos detenidos- y el ex ayudante de guardia Leandro Antonelli, por el delito de encubrimiento y de falsedad documental.
Siete años de lucha
Christian Domínguez fue detenido el 5 de febrero de 2005 por personal de la Comisaría Primera de Berisso y según la policía se ahorcó con su cinturón en la celda de contraventores. Se encontraba de turno en aquel momento la Fiscalía a cargo de Leandro Heredia, quien no se hizo presente en el lugar de los hechos y delegó la investigación en los mismos sospechosos.
“Esta fue una de las primeras irregularidades, inadmisible, ya que posibilitó que armaran la escena del crimen, para instalar la versión de que Christian se había suicidado” expresó Rosa Bru. De esta forma, hicieron desaparecer los cordones de la víctima, cortaron el cinto en cuatro partes, y desataron el nudo que lo unía a la reja de la celda de contraventores, informó la familia en un comunicado de prensa.
Las irregularidades –agregó la familia– continuaron luego en la primera autopsia, a cargo de la perito médico policial Lotito, quien realizó maniobras para evitar que se determine que Christian había sido estrangulado y su cuerpo suspendido. Por este motivo Lotito estuvo imputada y detenida en la causa pero luego fue sobreseida.
Sin embargo la segunda autopsia, realizada por peritos judiciales y de parte de la Asociación Miguel Bru- ; determinaron que Christian fue estrangulado, al fallecer “a causa de un síndrome asfíctico compatible con la acción de terceros”.
Aunque el total de las pruebas demostraba que se trató de un homicidio, tres fiscales fueron removidos de la investigación –Leandro Heredia, Ana Medina y Tomás Morán- ya que se probó que obraban sin la menor voluntad de descubrir a los culpables, como tampoco de encontrar a los responsables del encubrimiento.
“Varios testigos acreditaron las torturas, el hostigamiento y el sufrimiento psicológico que sufrió Christian, mientras rogaba porque lo dejaran realizar un llamado y lo liberaran ya que no había hecho nada que justificara su detención. Mi hijo no contaba con ningún antecedente penal, ni contravencional y jamás había pisado una comisaría”, afirmó Norma, su mamá.
En la causa quedó demostrado que la policía habría simulado un ahorcamiento con el cinturón que Christian llevaba puesto, luego de torturarlo y matarlo. La marca del encubrimiento quedó dibujada en su mentón. Con el fin de seguir ocultando el homicidio, entre otras cosas, hicieron desaparecer los paquetes vasculonerviosos borrando así una prueba fundamental para la investigación.