Declaración en apoyo a Cristian Alarcón
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Bancamos y defendemos a nuestro compañero y amigo Cristian Alarcón más que nunca. Admiramos y respetamos su nombre, intachable. Luchador desde siempre, su pluma y compromiso han demostrado permanentemente la calidad de persona que es, levantando las banderas de una nueva forma de ejercer el periodismo en nuestro país, así enseñándonos tanto.
Agradecemos su amor por la búsqueda de la palabra exacta, de la mejor crónica, reivindicamos su lucha por la verdad desde que abrazó la causa por la desaparición de Miguel Bru en manos de la policía bonaerense. Cristian fue el primero en investigar y publicar la verdad sobre el caso en plena época oscura de la maldita policía, con un juez encubridor que quería cerrar la causa.
Desde nuestra historia como organización de derechos humanos, afirmamos que Cristian siempre se jugó entero, es el ejemplo donde la ética y la profesión van de la mano. Siempre fue por más. Le quedaron chicas las contratapas de Página 12. No le alcanzó con las investigaciones en TXT sobre los escuadrones de la muerte fusilando pibes en zona norte, se zambulló de lleno en la historia del Frente Vital y parió la inolvidable “Cuando me muera quiero que me toquen cumbia”. Periodista- investigador-cronista- escritor, nos dio luego “Si me querés quereme transa” y “Un mar de castillos peronistas”. No le alcanzó tampoco y se embarcó en otros proyectos, Águilas Humanas, Cosecha Roja, Anfibia, e Infojus, entre otros.
Como si fuera poco comenzó a ejercer como docente en la Facultad de Periodismo y Com. Social de la UNLP –entre otros espacios académicos- para formar nuevos periodistas. Para nosotros es un orgullo que Cristian sea uno de los fundadores de la Asociación Civil Miguel Bru. Desde el principio construyó este espacio donde juntos soñamos y llevamos adelante proyectos como el trabajo en Isla Maciel –con talleres de comunicación y derechos humanos para pibes-, articulamos las capacitaciones de nuestra Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru para jóvenes en situación de vulnerabilidad, trabajamos con Cosecha Roja y Anfibia en la denuncia de distintos casos de violencia institucional.
Porque su mirada inquieta siempre fue por más, dejó marcas y renovó la escena del periodismo local. Su prestigio lo avala, por algo integra la Fundación Nuevo Periodismo, y voló con sus talleres de crónica a distintos puntos de Argentina y Latinoamerica. Es difícil enumerar todos los hechos por los cuales sabemos todxs que ni la sombra de Cristian puede empañarse con rumores y operaciones pergeñadas. Pero si con la excusa de un error - que además Infojus aceptó y explicó responsablemente- pudiera perder su cargo, no solo la agencia perdería en su frente a uno de los comunicadores más enteros y brillantes con la camiseta puesta para ejercer ese rol, sino que perderíamos todos a un gran referente de las ideas y la justicia.