Martes, Febrero 5, 2008

Tres años de impunidad en el caso Domínguez

Tras tres años de investigación, la causa que se sigue por el homicidio de Christian Domínguez en manos de personal policial de la comisaría 1 de Berisso, sigue siendo objeto de irregularidades de parte de los agentes fiscales que la instruyen.

El próximo cinco de febrero se cumplen tres años del asesinato de Christian Domínguez, en manos de personal policial de la comisaría 1 de Berisso. En su homenaje, sus familiares y amigos acompañados por la Asociación Miguel Bru, patrocinante de la causa, realizarán un acto el día martes a las 17.30 en Montevideo y calle 11 en dicha localidad. Además, se entregará ese día ante el Consejo Deliberante, un pedido para que se autorice por Ley la colocación de una placa recordatoria en el frente de la Comisaría Primera de Berisso.

Christian tenía 30 años. Los policías responsables de su muerte quisieron hacer pasar el asesinato como un ahorcamiento en la celda de contraventores. Allí se manipuló la escena del crimen y se destruyeron muchos elementos de prueba. El primer fiscal encargado de la causa fue Alejandro Heredia, apartado de ella tras incurrir en incumpliendo de los deberes de funcionario público, entre otras cosas al no hacerse presente en el lugar del hecho dejando la investigación e instrucción a los policías de la comisaría. La segunda fiscal fue la Dra. Ana Medina. También fue apartada de la investigación, entre otras irregularidades porque al estar declarando un testigo (el teniente Álvarez) lo instigó en su declaración para que la cambiase de acuerdo a una prueba presentada por policía científica. Así es como fue destituida y asumió el Dr. Tomas Moran.

En una pedido reciente ante Morán, la familia Domínguez expresa que una vez mas no se le ha dejado presenciar la declaración de una testigo y que esta no ha sido la primera vez que se les niega el derecho de asistir a una audiencia clave para esclarecer los hechos. Así, denuncian que “esta investigación sigue el mismo derrotero que al comienzo, solo se cumple en apariencia y formalmente, pero no existe nada de voluntad y decisión, cobijando la impunidad”. En el escrito también afirman “aquí no existe voluntad de buscar los cordones, los paquetes vasculo-nerviosos (desparecidos en plena investigación), de explicar los cortes del cinturón (con el que simularon el ahorcamiento de Christian)- entre otros-, solamente un determinismo llamativo, en ver como se le puede restar entidad al homicidio, y al encubrimiento, hechos que por supuesto, revisten la misma gravedad.” Además, la familia reitera pedidos de prueba que hasta ahora no han sido proveídas.

A pesar de las pruebas obtenidas en la causa, los policías imputados -el ex oficial German Cernuchi y el ex sgto. Victor Gómez- se encuentran en libertad después de haber pagado una causión.

Viernes, Febrero 1, 2008

Violencia por partida doble

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La causa de Darian Barzábal, el joven asesinado hace un año dentro de un patrullero, fue elevada a juicio sin hacer lugar a los pedidos de prueba de la Asociación Miguel Bru (AMB) y el Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ), sus entidades patrocinantes. La causa de Christian Domínguez -también patrocinada por la AMB- por su asesinado hace tres años en la Comisaría 1° de Berisso, cambió por cuarta vez de Fiscal. A sólo un mes de haber comenzado el 2008, las instituciones judiciales no dan tregua al asombro de quienes buscan en ellas la consumación de un acto de justicia.

Que los fiscales de la resonante causa Barzábal- Laura D’Gregorio y Sergio Delucis- hayan decidido hacer oídos sordos a reiterados pedidos de pruebas de parte de las organizaciones, apresurándose a cerrar el caso e imputando solo por encubrimiento a claros partícipes del homicidio del jóven, demuestra la falta de compromiso y decisión en la búsqueda de verdad y justicia.
El hecho de que cuatro fiscales distintos hayan pasado por la causa de Christian Domínguez, implica no solo la dilatación de los tiempos de una justicia que sabe tomarse vacaciones, sino que también explica la clara alevosía con que los fiscales cobijan la impunidad policial y de esta manera amparan y garantizan la cómoda reproducción del gatillo fácil y la violencia policial.

Así, no sólo somos y seremos víctimas de la violencia diaria proveniente de los agentes de la fuerza de seguridad, sino también de la violencia ejercida por el mismo poder judicial que encubre, se asocia y garantiza la violación a nuestros derechos mas elementales.

La Asociación Miguel Bru, conjuntamente con otros organismos como el Ciaj y la APDH, vienen pidiendo desde el año 2005 la creación de Unidades de Investigación Especiales, que investiguen casos donde la policía esté involucrada, para que no sea esa misma fuerza la encargada de investigar sus propios crímenes. Nos preguntamos cuántas muertes más tendremos que soportar, hasta que ya sea mucho más que alevoso, que los fiscales no tienen independencia ni intención, cuando se trata de investigar ni mas ni menos que a la policía, sus compañeros de trabajo.

El descreimiento general en las instituciones tiene cada día mas cimientos desde donde sostenerse. La violación sistemática del principio de imparcialidad que deben observar los fiscales en el desarrollo de sus funciones es cada día más una asunto teórico. Seguimos sumando pruebas a nuestro doloroso historial, que demuestra de manera implacable que no nos equivocamos al decir que no hay maldita policía, sin maldito poder judicial.

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