¿DÓNDE ESTÁ MIGUEL? REPUDIO A LA SALIDA DE SU ASESINO.
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Hoy jueves 12 de julio nos desayunamos con una noticia que no nos sorprendió pero sí nos llenó de angustia, indignación e impotencia. En el día de ayer, la Cámara Penal de La Plata, se pronunció, con fallo dividido, a favor de la concesión del beneficio de salidas transitorias para el ex suboficial de la “maldita” bonaerense Justo José López, condenado a prisión perpetua en el año 1999 por “torturas seguida de muerte” y la posterior desaparición de Miguel, ocurrida el 17 de agosto de 1993. La familia de Miguel y la Asociación Miguel Bru expresamos nuestro repudio total a esta decisión.
Cuando decimos que no nos sorprendió la noticia es porque ya en mayo de este año la abogada defensora de López había solicitado este beneficio para el asesino de Miguel. En ese momento la jueza de Ejecución María Silvia Oyhamburu había rechazado el pedido. Esta medida fue apelada por la abogada Norma González, defensora del asesino López, a la Sala I. En esta instancia el magistrado Raúl Dalto votó por el rechazo del pedido de las salidas transitorias. Por su parte los magistrados Carlos Silva Acevedo y Laura Lasaga votaron en sentido contrario.
Mas allá de las razones jurídicas con las que fundamentan sus fallos los magistrados, queremos expresar nuestras sensaciones que van mas allá del odio con el cual actuaron estos sujetos pertenecientes a las fuerzas de seguridad allá en agosto de 1993. Vale la pena recordar que Miguel fue secuestrado, privado de su libertad, ingresado en la comisaría novena de La Plata, calle 59 y 5, sometido a una brutal golpiza y torturas, asesinado y posteriormente desaparecido hasta el día de hoy.
Para tomar su decisión los jueces pasaron por alto dos gravísimos antecedentes: López no es un asesino común, López es un policía, un funcionario cuyo deber era cuidar la integridad y seguridad de todos y todas, lo que agrava tremendamente el crimen que cometió y encubre aún junto a sus compañeros de la fuerza. Por otro lado: nunca jamás, ni durante el juicio –donde no declaró- ni después, López brindó un detalle o dato que permitiera a la familia y amigos encontrar a Miguel. A la hora de interpretar las leyes y darle el beneficio de las salidas transitorias, los jueces eligieron no tener en cuenta que López nunca cumplió con la condición de la reparación del daño que causó.
En este sentido, a la sensación de impunidad que nos deja esta decisión se suma el temor para con la familia de Miguel, los integrantes de la Asociación que trabajan en pos de la justicia y en contra de la violencia institucional, y sobre todo de los testigos que ya han sido amenazados y hostigados. No es un dato menor que podamos pasar por alto.
Es difícil, aunque no imposible, ponerse en el lugar de Rosa y Néstor, los papás de Miguel, o de Guille, Diana, Poli y Pini, hermanos de Miguel, que no solo tuvieron que afrontar tantos años de dolor e incertidumbre hasta saber qué le había sucedido a Miguel, sino seguir con esa herida, aún abierta, de no poder encontrar el cuerpo y poder darle, de acuerdo a sus creencias, un descanso en paz.
Y reiteramos, no tenemos odio contra los que le arrebataron, a sus 23 años, toda esa hermosa vida que Miguel tenía por delante, solo exigimos, como lo hicimos durante muchos años hasta condenar a los asesinos, que si aún Miguel sigue desaparecido, los responsables sigan presos.
No vamos a bajar los brazos, y a 19 años del crimen y tras 40 rastrillajes buscándolo nos seguimos preguntando ¿Dónde está Miguel?
Familia de Miguel-Asociación Miguel Bru