Gatillo Fácil: dan lugar a la apelación presentada por la AMB en el caso Montenegro
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La Cámara de Apelaciones de feria, Sala “B”, resolvió revocar el sobreseimiento dictado por el juez Diego Slupski a favor de los policías Emmanuel Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón, de la Comisaría 48 de CABA, sospechosos del asesinato de Marcelo Montenegro, de 21 años, ocurrido hace un año atrás. De esta forma hizo lugar a la apelación presentada por la Asociación Civil Miguel Bru (AMB) y la familia del joven, estableciendo además la falta de mérito para sobreseer o procesar a los funcionarios policiales.
A partir de esta decisión, la causa vuelve al Juzgado de Primera Instancia y debe continuarse con la investigación. “Solicitamos que se continúe con la investigación para cumplir con derecho de acceder a la verdad de la familia y para evitar el cierre de la causa. Un joven fue asesinado y existen fuertes sospechas contra funcionarios del estado. Además el caso está lleno de irregularidades, para empezar como es habitual en el accionar de la policía, la escena del crimen quedó a cargo de la comisaría donde trabajan los mismos sospechosos, lo que amplía la situación de impunidad”, afirmó días atrás Rosa Bru, presidenta de la AMB, ong que patrocina a la familia.
Los jueces de la Sala B de la Cámara de Apelaciones ,Mirta López González; Alfredo Barbarosch y Rodolfo Pociello Argerich, consideraron prematuro los sobreseimientos dispuestos. Resolvieron así remitir al Juzgado la grabación de la audiencia para que analice la procedencia de las medidas de prueba allí solicitadas por la Asociación Miguel Bru y el Fiscal General.
Además tuvieron en cuenta la necesidad de ampliar la pericia balística efectuada. En la resolución expedida por la Cámara se señala: “…Estos aspectos, sumados al contexto en que fue hallada el arma…y el modo irregular en que se preservaron los objetos peritados…nos persuaden de la necesidad de extremar las medidas probatorias previo a tomar un temperamento procesal definitivo…”.
Esta respuesta al sobreseimiento dictado por el juez de Instrucción Diego Slupski coincide con lo planteado por Belén Beyrne, abogada representante de la AMB y los familiares de la víctima, quien en la apelación señaló con detalles porqué la medida del juez resultaba prematura y no se preservaron las pruebas.
El caso
El 7 de julio de 2012 Marcelo Montenegro viajaba en un Renault Twingo con otro joven cuando la policía barrial de Ciudad Oculta los quiso parar por considerarlos sospechosos de robo. Los chicos no se detuvieron y al menos tres móviles policiales los persiguieron por dentro de las calles de la villa. Un patrullero se les acercó, donde iban tres policías: Díaz, Medina y Calderón. Según ellos Montenegro les disparó desde el auto Twingo mientras los perseguían. Las únicas constancias de esto son las declaraciones de los policías sospechosos. El móvil policial disparó cinco tiros contra el Twingo, y de esas balas una le perforó el pulmón a Montenegro y le causó la muerte.
Un elemento llamativo es que el hecho ocurrió a las 3.30am, pero el juez dispuso la intervención de Gendarmería recién 13 horas después. La escena del crimen fue preservada por la propia policía de la Comisaría 48. Los vecinos declararon que la policía no disparó durante la persecución sino cuando el auto ya estaba detenido. El Twingo había realizado una mala maniobra y había chocado contra un paredón.
Según la autopsia, Montenegro tenía una herida de paso de proyectil sobre los labios, lo que no se coincide con los tiros en persecución. Otro argumento de la apelación presentada por la AMB es que supuestamente el arma que llevaba Montenegro no fue hallada en el lugar, sino a un par de cuadras, y la descubrieron durante un rastrillaje hecho por la misma comisaría. Junto al arma -un revólver calibre 22-, según las fuentes oficiales había dos vainas servidas, de calibre 22. Una de ellas, según determinó la pericia balística, no se corresponde a ese revólver.
“El juez actuó sin importarle la vida de Marcelo, y también quiso sacarse la causa de encima con anterioridad, ya que sostuvo que el crimen se dio en el marco de una posible defensa legítima de los policías. Los indagó al constituirnos nosotros como querellantes y luego les dictó el sobreseimiento, que es lo que apelamos y a lo que la Cámara dio lugar”, afirmó Belén Beyrne.