“No hay maldita policía sin maldita justicia”
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Publicada en Infojus Noticias
Por Catalina Dowbley. Fotos: Eva Cabrera
Rosa Schoenfeld, la mamá de Miguel Bru, pasó la noche frente a la comisaría N° 9 de La Plata, donde su hijo fue visto por última vez, en 1993. A 22 años de su desaparición, familiares, amigos y estudiantes de periodismo de la Universidad de La Plata participaron del encuentro y llamaron a continuar la lucha. “Esto no empezó ni terminó con Miguel o con Andrés Núñez, esto es algo que sigue pasando”, sostuvo Rosa.
“Falta justicia. Falta un cambio para que haya una justicia democrática y falta un cambio en la policía. No hay maldita policía sin maldita justicia”, dijo Rosa Schoenfeld al cumplirse 22 años de la desaparición de su hijo, Miguel Bru.
En la vigilia frente a la comisaría 9°, el lugar donde lo vieron por última vez, la mamá de Miguel y presidenta de la Asociación Miguel Bru, llamó a continuar con la lucha: “Esto no empezó ni terminó con Miguel o con Andrés Núñez, esto es algo que sigue pasando. Por eso tenemos que luchar. Yo sé que a Miguel lo vamos a encontrar”.
La vigilia frente a la comisaría 9° es un ritual para los familiares y amigos de Bru, al que cada año se suman a participar más jóvenes. El encuentro contó con una radio abierta, proyección de videos y exposición de los trabajos realizados por pibes que asisten a los talleres de oficios de la Casa de la Cultura de la Asociación Miguel Bru.
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El primero en llegar fue Guille, uno de los hermanos de Miguel. Se trepó a un árbol y colgó un pasacalles negro, con una inscripción en blanco, que rezaba “¿Dónde está Miguel?”. Esa es la pregunta que se repiten hace veintidós años y por la que cada agosto se reúnen los familiares y amigos de Bru. Un rato más tarde, llegó Rosa con Diana –otra de las hermanas– y Abril, la pequeña sobrina de Miguel, que llevaba en sus manos una bolsita con las pantallas para las velas que prenderían en la puerta de la comisaría, el único lugar en donde pueden recordarlo. Néstor, el papá, preparó los choripanes y los demás pegaron afiches, ayudaron a acomodar los parlantes, el proyector, la pantalla.
El recuerdo de Miguel, y la pregunta que resuena sin respuesta, ya son parte de una identidad colectiva.
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Octavio, Andoni, Blas y Sofía tienen 20 años y llegaron desde Pigüé para acompañar a Rosa y a su familia en la vigilia. Son estudiantes de una escuela a la que bautizaron “Miguel Bru”, en el mes de julio. El nombre fue propuesto después de que uno de sus profesores les contara la historia de Miguel. Sienten que ese nombre los representa, porque la escuela, aseguraron, “es un lugar para la inclusión”. Para ellos, estar en la vigilia es importante “para que no pasen más casos como el de Miguel”.
Lucas tiene 21 años y es de Misiones. El caso lo conoció en la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata. Su participación en la vigilia está anclada a su actividad militante: “El caso de Miguel es algo fuerte –comentó–, es algo que nos llama a la reflexión. Porque sabemos que ese tipo de cosas pasan todos los días, porque hace veinte años que no tenemos una respuesta sobre dónde está Miguel”. Y subrayó: “Nosotros hacemos las mismas cosas que hacía él, llevando adelante una práctica política comprometida, discutiendo en las aulas, hacemos lo mismo que hacía él pero en un contexto distinto. A él hace veinte años la policía se lo llevó impunemente”.
Rocío también estudia en la Facultad de Periodismo y sostuvo que lo que le pasó a Miguel le da una impresión que se agranda cada vez que recuerda que compartieron las mismas aulas. “Queremos encontrar respuestas, queremos encontrarlo y no vamos a dejar de venir hasta que sepamos dónde está”, compartió.
De la vigilia también participaron María, Mariano y Silverio. Ellos conocieron la historia de Miguel cuando se sumaron a participar de los talleres de la Casa de Oficios que tiene la Asociación. Juntos cubrieron la vigilia para el taller de comunicación y para acompañar a Rosa. La Casa de Oficios es un lugar “de contención”.
Ganar la calle
“Rosa es un faro de cómo transformar el dolor individual en reclamo colectivo y es también una forma de transformar ese dolor a partir de la lucha en las calles”, señaló Matías Moreno, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
“Esta vigilia nos encuentra en un presente en donde ha habido respuestas desde el Estado Nacional a la violencia institucional. Que tiene que ver con una mayor presencia estatal en los juicios por violencia institucional, y con el asesoramiento y demás. Sabemos que falta un montón, pero estamos acá”, agregó y destacó que “la violencia institucional tiene que ser erradicada definitivamente de nuestro país”.
La decana de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata, Florencia Saintout, hizo hincapié en el valor de la vigilia: “Es importante estar en la calle, porque lo que le pasó a Miguel no es algo privado es algo público. Es importante porque las calles son el símbolo de las luchas políticas y porque sí existe el olvido. Pero la memoria no existe, la memoria es algo que se construye. Que no es lo mismo que el recuerdo, la memoria se construye con decisiones, con militancia, con la ocupación del espacio público. Y la memoria sólo tiene sentido si está acompañada de la justicia”, destacó. Para Saintout, existe una identidad de lucha ligada a Bru que se renueva con las generaciones.
Una deuda pendiente
En todos estos años se realizaron más de 36 rastrillajes – el último finalizó en 2010– en los que no se encontró rastro alguno del cuerpo del estudiante. Por las torturas, el asesinato y la desaparición de Miguel fueron condenados cuatro ex policías bonaerenses: Walter Abrigo y Justo López, a prisión perpetua; el ex comisario Domingo Ojeda y el ex oficial Ramón Ceressetto, por encubrimiento. Al día de hoy, no queda ningún preso.
Miguel Bru estudiaba periodismo y tocaba en una banda de rock. En 1993, denunció a unos policías que habían allanado ilegalmente la casa donde vivía. Desde ese día comenzaron a perseguirlo y a hostigarlo para que retirara la denuncia. Miguel no hizo caso. El 17 de agosto cuidaba la casa de unos amigos cerca de Bavio, ahí lo secuestraron. Aunque los policías intentaron limpiar el ingreso de Miguel Bru a la comisaría, se encontró su nombre borrado en el libro de actas. Los testimonios de los detenidos aquella noche en la comisaría dieron cuenta de que no sólo Miguel había estado allí, sino que además lo habían torturado y sacado muerto de la comisaría.
La maldita policía se llevó la vida de Miguel hace veintidós años. Rosa se preguntó y se pregunta mil veces, con dolor, por qué. Ella cree que la justicia le debe a Miguel.
Vigilia y Jornadas por los 22 años de la desaparición de Miguel Bru
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Con motivo de cumplirse los 22 años de la desaparición de Miguel Bru en la Comisaría Novena de La Plata se realizarán diversas actividades conmemorativas. Como todos los años, el lunes 17 de agosto a partir de las 19 hs. tendrá lugar la vigilia frente a la Comisaría Novena , en calle 5 y 59 de la Plata , lugar donde fue visto por última vez con vida el estudiante de periodismo. El 19 se realizará una charla debate sobre la violencia institucional a partir de las 9.30hs en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP (Edificio Néstor Kirchner, en Diagonal 113 y 63), con presencia de familiares de víctimas y referentes del trabajo por los derechos humanos. Además, se inaugurará una Biblioteca popular en la Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru, sede que la ong tiene en Ciudad de Buenos Aires.
El 17 de agosto se cumplen 22 años desde que nuestro compañero Miguel Bru, estudiante de periodismo, fue torturado, asesinado y desaparecido por policías de la Comisaría Novena de La Plata. Tenía veintitrés años. Días antes había denunciado a efectivos de esa dependencia por un allanamiento sin orden judicial en su casa. A partir de ese momento comenzó a ser amenazado y hostigado para que retirara la denuncia. Luego del jury de enjuiciamiento político al juez Amilcar Vara por el encubrimiento a la policía en la causa de Miguel y en otros 26 casos, se llegó en 1999 al juicio oral y público. Fueron condenados a prisión perpetua a los ex policías Walter Abrigo y Justo López, por torturas seguida de muerte, y por encubrimiento el ex comisario Domingo Ojeda y al ex oficial Ramón Ceressetto.
El 22 de agosto de 2002 se creó la Asociación para institucionalizar el trabajo que Rosa Bru y la Comisión de Familiares y Amigos de Miguel venían realizando. Para transmitir la experiencia adquirida en el marco de la lucha por el Caso de Miguel y ayudar a otras personas que pasaran o estuvieran pasando por experiencias similares. En estos 13 años la ong, que es apadrinada por León Gieco, ha brindado patrocinio jurídico, asesoramiento y acompañamiento a infinidad de familiares que acercaron sus dolores y ausencias, víctimas de la violencia institucional. Esta militancia la viene realizando junto a un equipo multidisciplinario que colabora con la entidad. En 2005 abrió en CABA la “Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru , donde se trabaja en la promoción de la inclusión social y los derechos de adolescentes y niños y niñas en situación de calle.
¿Dónde está Miguel? La Vigilia
El 17 de agosto desde las 19 y hasta las 2 am se realizará la ya histórica vigilia frente a la Comisaría Novena-calle 5 y 59 de La Plata. El encuentro contará con una radio abierta, proyecciones de videos, exposición de fotos y trabajos realizados por jóvenes que participan de los talleres que se dictan en la Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru.
La vigilia es un homenaje y una conmemoración simbólica que se realiza todos los años para reclamar la aparición del cuerpo de Miguel Bru. En diciembre de 2010 culminó, sin resultados, el último rastrillaje para encontrarlo. Ya se realizaron más de 36 operativos de búsqueda que no arrojaron resultados.
La familia de Miguel junto a la AMB , continúa exigiendo la aparición del cuerpo de Miguel, y la investigación penal al resto de los policías que estuvieron presentes en la Comisaría Novena la noche del crimen.
Jornada contra la violencia institucional
El 19 de agosto se realizará a partir de las 9.30 una jornada en el edificio Néstor Kirchner de la Fac. de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP , diagonal 113 y 63.
Los temas de la charla debate son:
-“La organización política como herramienta de lucha de los familiares de víctimas de la violencia institucional”
- “La acción jurídica frente al poder judicial en los casos de violencia institucional”
- “La violencia institucional en penales, comisarías e institutos.”
Participarán del Panel: Rosa Bru (mamá de Miguel y Pta. de la Asoc. Miguel Bru); Victoria Sánchez (mamá de Jordán López, asesinado en la Unidad N 32 de Florencio Varela); Norma Domínguez (mamá de Christian Domínguez asesinado en la Comisaría 1ª de Berisso); Juan Manuel Morente (abogado de la Asoc. Miguel Bru y de la Asoc. Madres de Plaza de Mayo), Nahuel Berguier (abogado de la Asoc. Miguel Bru), y Julián Axat, ex Defensor del Fuero Penal Juvenil de La Plata y Director del Programa ATAJO (Agencias Territoriales de Acceso a la Justicia ). Los moderadores son Jorge Jaunarena y Alberto Mendoza, de la Secretaría de Derechos Humanos de la FP y CS de la UNLP e integrantes de la AMB.
Inauguración de la Biblioteca Miguel Bru
El martes 25 de agosto a las 13 hs. se inaugurará la Biblioteca “Miguel Bru” en la Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru, en Andrés ferreyra 3555, Parque Patricios. A partir de los 6 meses de funcionamiento será reconocida como Biblioteca Popular por la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares).
Participarán Rosa Bru, familiares de víctimas de violencia institucional de Ciudad de Buenos Aires, y los alumnxs de los distintos talleres de comunicación, música y oficios que se dictan en la casa, además de todo el equipo de capacitadotes y coordinadores de la sede.
En esta sede se dictan talleres de oficios como Computación, Electricidad, Cocina y Operador de Internet y Programación en articulado con el Centro de formación Profesional Nº 24 de Barracas. Además funciona el MultiTaller de Medios, con capacitación en Video, Radio, periodismo y foto; y los Talleres de Música: Guitarra, Piano, Canto y Batería.
Este año comenzó el Bachillerato Popular Primario y Secundario para jóvenes y adultos, en articulación con el Colectivo Subversiones.
Organizan y convocan: Asociación Miguel Bru, Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.
Confirmaron el procesamiento de los asesinos de Marcelo Montenegro
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Por Catalina Dowbley
La Sala V de la Cámara en lo Criminal y Correccional, confirmó el procesamiento de los tres policías que intervinieron en el asesinato de Marcelo Montenegro. Tres años después de idas, vueltas y reveses judiciales, por fin se hizo lugar al pedido de la familia de Marcelo Montenegro, representada por la Asociación Miguel Bru, y se ratificó el procesamiento de los tres policías que participaron del operativo que terminó con la vida del pibe de Ciudad Oculta, quedando la causa a las puertas de un juicio oral y público.
“Siempre estuve segura de que iba a tener la posibilidad de poder saber la verdad, ahora cuento los días para poder llegar al juicio” dijo Rosa Montenegro. “Esta decisión es el reconocimiento a la lucha y la perseverancia de la familia y el trabajo de los abogados de la causa, es la prueba de que si se pelea se puede. Cuando me enteré me emocioné mucho, siento a través de Marcelo la lucha por Miguel” declaró rosa Bru, presidenta de la Asociación Miguel Bru (AMB).
Emmanuel Díaz, Mario Medina y Diego Calderón son los tres oficiales de la comisaría 48 de la Ciudad de Buenos Aires, que hoy se encuentran procesados por el delito de homicidio agravado “por ser miembros de una fuerza policial y haber abusado de sus funciones”.
“Tres años y tres absoluciones después procesaron por homicidio agravado a los tres policías acusados del homicidio de Marcelo. A partir de esta medida se logró revertir la rutina judicial de convalidación acrítica de las actas policiales, ya que la versión policial va a poder discutirse en juicio oral y público”, explicó Nahuel Berguier, abogado de la AMB.
En tres oportunidades los imputados habían sido sobreseídos en primera instancia, pero las apelaciones presentadas por los abogados de la AMB , ordenaron la continuidad de las investigaciones. Finalmente, y luego que se ordenara el cambio de Juzgado de Instrucción, tres años después del asesinato de Marcelo Montenegro la justicia procesó a los tres imputados, lo cual fue ratificado en segunda instancia. Ahora la causa, a cargo del Juzgado de Instrucción nº 38 – de la jueza Wilma Lopez- llegará a juicio oral y público.
La bala que salió del móvil 148 de la Policía Federal atravesó el baúl, el asiento trasero, el asiento del acompañante y fue a parar directo al tórax de Marcelo Montenegro. Era la noche del 7 de julio de 2012. Los efectivos de la comisaría 48° perseguían un Renault Twingo dorado en el que viajaban Montenegro y un amigo, supuestamente sospechosos de un robo.
Un tiro acabó con la vida del Pela- como solían llamar a Marcelo- y dejó destrozada a su familia. Ya no fue él quien paseó el nombre de su madre tatuado en el brazo por los pasillos de la Villa 15. Ahora Rosa, su mamá, era quien caminaba con un cuadernito en el que anotaba los datos de la investigación personal que empezó para reconstruir lo que ocurrió aquella noche.
Estudió cómo impactaron las balas en el auto, habló con los vecinos. La versión policial decía que los dos pibes iban armados y que dispararon contra el patrullero. Los vecinos dijeron que el Twingo hizo una mala maniobra y chocó contra un paredón, que fue ese el momento en que los policías comenzaron a disparar.
Entre las irregularidades cometidas esa noche una de las más llamativas es que los hechos ocurrieron alrededor de las 3.30 de la madrugada, pero el juez dispuso la intervención de la Gendarmería trece horas más tarde. La comisaría 48, la misma a donde pertenecían los tres policías ahora imputados, fue quien quedó a cargo de la conservación de la escena y las pruebas.
La autopsia determinó Marcelo Montenegro tenía una herida de paso de proyectil sobre los labios. Una herida que no concuerda con la dirección de los tiros en una persecución. El supuesto arma que llevaba Montenegro no fue encontrada en la escena del crimen, sino unas cuadras más allá, y la descubrieron en un rastrillaje que comandó la misma comisaría.
El Pela tenía 21 años, hacía changas, trabajaba en la panadería del barrio y como ayudante de albañil. Desde esa madrugada ya no lo vieron más caminando por la villa 15 ni en la canchita. Cinco tiros impactaron contra el auto en el que viajaba aquella noche, uno alcanzó para arrebatarle la vida.
Entrevista a León Gieco y Rosa Bru
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Entrevista realizada por los alumnxs de periodismo de la Casa de Cultura y Oficios Miguel Bru
“La lucha de Rosa Bru y Miguel han salvado a miles de chicos de que los mate la policía”, lo dijo en cantautor León Gieco en una entrevista exclusiva con los estudiantes del taller de Medios de la Asociación Miguel Bru, luego del recital que dio a beneficio de esa institución el domingo 14 de junio en el teatro Argentino de La Plata.
Durante el concierto, que fue también un homenaje a Rosa, la facultad de Periodismo de esa ciudad le entregó el premio Rodolfo Walsh por su lucha contra la violencia institucional. Gieco destacó que la mamá del estudiante platense desaparecido en 1993 es una “resiliente”, porque transformó su tragedia personal en un emblema de justicia. “Quién iba a saber que ella iba a luchar toda su vida, que se iba a convertir en alguien popular, alguien que si se para frente a una comisaría es un dolor de cabeza para los policías. Y lo hizo saliendo a la calle, si no se plantaba con ese trailer frente a Tribunales yo no hubiera ido a saludarla porque no la hubiera visto”, dijo el músico sobre ella.
Durante el recital hubo momentos de gran emotividad, cuando los estudiantes del taller subieron al escenario para cantar Sólo le pido a Dios, junto a Gieco, y poco antes habían sostenido un cartel que decía “¿dónde está Clara Anahí Mariani?”, en alusión a la nieta que Chicha Mariani busca desde hace 38 años. En el inicio también había sido intensa la ovación del teatro lleno cuando recibieron a Rosa Bru y a Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
Aunque ya estaban a punto de partir, arriba del micro, los estudiantes tuvieron finalmente la oportunidad de conversar con el artista, quien habló de sus inicios, de su apodo, la libertad de tocar a beneficio y su historia común con Rosa Bru.
“Todo empieza cuando uno se compra una guitarra, pero no alcanza eso, puede que haya alguna influencia familiar, yo subí al escenario del colegio a los siete años, y a los dieciocho me vine a Buenos Aires”, relató Gieco.
–¿Por qué elige hacer canciones populares?
–Uno hace canciones, es la gente que las hace populares porque las elige.
–¿Qué consigue haciendo un recital a beneficio?
–Soy un agradecido porque aparte de tocar comercialmente puedo darme el lujo de tocar para personas que lo necesitan. Es mucho mejor, no hay dinero de por medio ni compromisos, hay pura libertad, satisfacción de hacer algo por alguien y no hay nada más aburrido que no hacer nada por nadie. La verdad, la gente casi nunca hace nada por nadie.
–¿Cómo conoció a la Asociación Miguel Bru y cómo decidió ser su padrino?
–Primero conocí a Rosa en su lucha y por la búsqueda de su hijo y justicia. Rosa hizo la Asociación y el Taller.
(En ese momento responde Rosa)
–El ideólogo de la Asociación es León, vino a tocar a La Plata sobre la vereda del Rectorado, quería saber qué hacíamos, y fue él quien dijo ‘vamos a hacer una asociación para que otros casos no estén solos’, porque no todos los casos tienen una facultad detrás como teníamos nosotros, la facultad de Periodismo.
–¿De dónde viene su apodo?
–Yo había roto un instrumento y me dijeron que era el rey de las bestias, de los animales, de ahi León. Son esas cosas misteriosas, suenan graciosas. A los 15 días de ponerme ese apodo hasta mi mamá me llamaba León. Mi nombre es Raúl Alberto Antonio Gieco. Si tuviera la posibilidad de cambiarme el nombre lo haría. León es un nombre ruso muy antiguo que volvió a estar de moda. A veces me dicen ‘mi hijo se llama como vos’, pero yo me llamo Raúl (risas).
–¿Sería su nombre artístico?
–Claro.
–Rosa, ¿qué sintió cuando recibió el premio?
–Sentí vergüenza, siempre pienso cómo agradecer a la facultad. Me siento honrada, no esperaba todo lo que me dijeron (por un video que fue exhibido y que la emocionó).
–León ¿cómo es tocar con famosos?
–Es un regalo de la vida, dentro de la problemática de ser cantante en esta realidad. Igual que Rosa, si no le hubiera pasado lo que le pasó no seria tan conocida y amada, claro tendría a su hijo (Rosa dice “obvio”). Rosa es popular, pero hay un montón de madres que pasan por lo mismo y se resignan. Ella no, porque es una resiliente, salió a la calle y se instaló ahi con su trailer (Gieco se refiere al año 2000 cuando Bru exigía la condena firme del asesino de Miguel por parte de la Cámara de Casación).
Presentaron un manual para actuar frente a la violencia institucional
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Publicada en Infojus Noticias
Foto1: TELAM. Foto 2: Sec de Prensa Facultad de Periodismo y Com. Social UNLP
Está destinado a docentes, niños y adolescentes. Allí se explican cuáles son sus derechos y cómo actuar frente a las formas más graves de violencia institucional. “A mí me quedó la experiencia de no saber dónde recurrir”, dijo Rosa Bru.
Derecho a circular libremente y a expresar opiniones, derecho a no ser detenido sin orden judicial y derecho a llamar a un abogado. Esos son algunos de los puntos destacados del manual “Los derechos humanos frente a la violencia institucional”, que se presentó hoy en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de la Plata. El texto, que llegará a las escuelas primarias y secundarias de todo el país, fue elaborado por equipos de los ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de Educación de la Nación.
El manual, que puede ser descargado del sitio educ.ar , presenta una propuesta pedagógica a partir de una definición de la violencia institucional que contempla las formas más graves de vulneración de derechos de las niñas, niños y adolescentes, como las detenciones arbitrarias o distintas formas de apremio que utilizan los integrantes de las distintas fuerzas.
En el aula 25 de la unidad académica, Rosa Schönfeld de Bru, madre de Miguel Bru, y Raquel Witis, madre de Mariano Witis, dieron testimonio sobre la desaparición y el asesinato de sus hijos en manos de la policía de la provincia de Buenos Aires, en plena democracia. “A mí me quedó la experiencia de no saber dónde recurrir”, dijo Rosa, tras recordar que para buscar a su hijo lo primero que hizo fue recurrir a la policía, la misma fuerza que se lo arrebató. Recalcó por eso la importancia de que el manual también llegue a los padres.
Raquel contó cómo se trabajó desde el área jurídica de la Secretaría de Derechos Humanos para la elaboración del manual que define la violencia institucional. “Nos referimos a situaciones que involucran necesariamente tres componentes: prácticas específicas (asesinato, aislamiento y tortura, entre otras), que llevan adelante o para las que prestan complicidad determinados funcionarios públicos, en contextos de restricción de autonomía y libertad (situaciones de detención, de internación y de instrucción)”.
“Cuando un funcionarios del Estado abusa de su poder y niega derechos estamos ante una violación a los derechos humanos”, dijo Raquel y resaltó: “Para saber cuándo esto sucede, tenemos que conocer nuestros derechos y cómo tiene que ejercer las acciones el funcionario”.
Seguidamente enumeró: “hay que recomendarles a los jóvenes que salgan con documentos a la calle” y acto seguido remarcó que “todos tenemos derechos a reunirnos en plazas, a cuestionar o reclamar pacíficamente, y a dar nuestras opiniones”.
Antes, Jorge Jaunarena, el secretario de Derechos Humanos de la facultad que se había encargado de presentarlas, remarcó la importancia de que este trabajo llegue a manos de los más jóvenes que “son las principales víctimas de la violencia institucional”. Recordó que, según el último informe de la Casación Penal bonaerense, el 96% de los niños y niñas que se encuentran en situaciones de detención sufrieron violencia por parte de los funcionarios que deberían velar por sus derechos.
El coordinador de los Programas para la Inclusión Democrática en las escuelas del Ministerio de Educación, Gustavo Galli, como el director de Formación en Derechos Humanos de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Matías Moreno, destacaron al manual como parte de las políticas públicas de promoción y protección de los derechos humanos que lleva adelante el Estado nacional.
Galli aseguró que “este manual no podría haber llegado a las escuelas sin un marco de políticas públicas de promoción y respeto por los derechos humanos y de memoria que así lo favorezcan”.
“Para que esto no suceda más tenemos que profundizar la democracia y también educación, en términos de la memoria”, afirmó. Como ejemplo, sobre el rol de la institución educativa, recordó la lucha por la memoria de Ezequiel Demonty, arrojado por la policía al Riachuelo desde un puente que, ahora, por iniciativa de sus compañeros lleva su nombre.
Moreno, por su parte, se refirió al manual como una herramienta para dar la batalla cultural contra el sentido común que hoy “estigmatiza a ciertos grupos” para legitimar la violencia institucional dirigida a esas clases subalternas. “Por el contrario, queremos que una cultura de derechos humanos atraviese a todas las instituciones”, dijo.
Una guía sobre derechos y cómo ejercerlos
El manual destaca el derecho que tiene todo habitante a circular libremente y expresar libremente sus opiniones, enseña que nadie puede ser detenido sin orden judicial correspondiente y detalla que en caso de ser detenido asiste el derecho a negarse a declarar, a negarse a la extracción compulsiva de sangre y a negarse a reconocer objetos secuestrados.
También enseña que los jóvenes tienen derecho a llamar a un abogado; que si son menores deben ser comunicados de manera inmediata con sus padres y en el caso de ser una mujer la detenida, ésta no debe ser “cachada” por un varón y precisa que la revisación “no incluye revisación ginecológica”.
El cuadernillo incluye una serie de actividades que el docente puede plantear a sus alumnos para trabajar cada uno de los aspectos vinculados a la violencia institucional; provee casos típicos de violencia institucional y prevé que los niños y adolescentes analicen el rol de los medios de comunicación en la cobertura de hechos de violencia institucional.
En la primera sección, se presentan los núcleos centrales de la noción de violencia institucional desde el paradigma de los derechos humanos. En la segunda sección hay algunas orientaciones generales para la intervención educativa y en la tercera una serie de actividades facilitadoras para trabajar con los y las alumnos/as. Si bien las mismas están diseñadas de modo secuencial, pueden ser utilizadas por separado o en distinto orden.