Jornada Gatillo fácil y Abuso Policial
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Invitamos a la Jornada Gatillo fácil y Abuso Policial, en el marco del Ciclo contra la Violencia Institucional por una política de Seguridad Democrática,. Tendrá lugar el 16 de mayo desde las 16 hs. en el Centro Cultural Haroldo Conti (Av. Del Libertador 8151, Ex Esma)
Tercer Encuentro Federal por una Seguridad Democrática y Popular
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Se viene el 3er Encuentro Federal por una Seguridad Democrática y Popular, en el Día de la Lucha contra la Violencia Institucional, el viernes 8 de mayo, en el Congreso de la Nación. La fecha es en recuerdo de la “Masacre de Budge” perpetrada por suboficiales de la Policía Bonaerense contra tres jóvenes.
El diputado Leonardo Grosso (FPV-Movimento Evita), Martín Fresneda, Secretario de DDHH de la nación, Cecilia Rodriguez Ministra de seguridad de la nación, Mónica Macha, senadora provincial, Horacio Pietragalla, Diputado nacional FPV, Pablo Ferrerya, Legislador CABA y Victoria Montenegro, subsecretaria de la unidad de coordinación nacional para la prevención, asistencia y erradicación de la violencia contras las mujeres del consejo nacional de la mujer, integrarán la mesa de apertura del evento a las 13 horas en el salón de los pasos perdidos del congreso de la nación.
Además habrá una clase magistral sobre Seguridad democrática y popular, en la que disertarán sobre los avances y los desafíos la diputada María Elena Barbagelata, el senador Nito Artaza, la embajadora ante la OEA Nilda Garré, la defensora general de la Nación Stella Martínez, la procuradora general de la Nación Alejandra Gils Carbó y el director ejecutivo del CELS Gastón Chillier.
Los paneles que se desarrollarán entre las 15 y las 17 abordarán los siguientes ejes temáticos:
Economía popular. Regulación del mercado y regulación policial. En vez de proteger a los trabajadores excluidos, el Estado reprime para “controlar” el espacio público, para “regular” las actividades, arrasa con los puestos de las ferias populares.
Medios de comunicación. Presentación de una guía con recomendaciones para periodistas, con teléfonos de organismos e instituciones que sirvan para contrastar la versión policial, para que las historias tengan más voces.
Acceso a la tierra, Acceso a la vivienda, Acceso a la Justicia. A expensas del modelo sojero, los grandes capitales avanzan, aprovechándose de comunidades que no tienen un sentido de propiedad sobre la tierra. ¿La Justicia? Con los privilegiados.
Violencia policial y códigos de faltas. En Córdoba existe la figura de merodeo y se hacen “operativos de saturación” en los barrios más humildes, con detenciones arbitrarias, discriminatorias. La realidad de las provincias más calientes.
Prevención de la violencia y estrategias de organización popular. Son múltiples y creativas las salidas colectivas y solidarias que encuentran los familiares de víctimas para salir adelante: emprendimientos productivos, asociaciones civiles, etc.
Violencia penitenciaria. En cuanto un grupo de detenidos se organiza para algo, el servicio penitenciario los separa, los traslada; son mecanismos del sistema penitenciario para privarlos de todos sus derechos. Salud y educación sólo para presos VIP.
También estarán presentes Jorge Taiana, Mariano Recalde, Cynthia Ottaviano y Martín Sabbatella. El cierre del encuentro será en la escalinatas del Congreso a las 18 horas y contará con la lectura del documento por Susana Trimarco y Rosa Bru. Se espera que participen 4.000 personas.
Ser pobre no es ser delincuente
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Nota publicada en Miradas al Sur.
(http://www.miradasalsur.com.ar/nota/11151/ser-pobre-no-es-ser-delincuente)
Por Vanina Pasik.
Diálogo sobre la seguridad democrática en la Argentina. Rosa Bru, Presidenta de la Asociación que recuerda a su hijo Miguel; Raúl Zaffaroni, ex juez de la Corte Suprema, y Leonardo Grosso, diputado nacional del FpV.
Cada 8 de mayo se conmemora el “Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional”, en recuerdo de la “Masacre de Budge” perpetrada por suboficiales de la Policía Bonaerense contra tres jóvenes. Fecha incorporada al calendario escolar.
Es un domingo de sol en Buenos Aires. Las paredes cargadas de adornos y tapices son un mapa de los recorridos del dueño de casa. A las 15 en punto, están todos alrededor de la mesa ratona. Rosa Bru, una de las tantas madres que las distintas violencias del Estado sacaron de su casa y convirtieron en luchadoras ejemplares, mamá de Miguel, estudiante de periodismo de 23 años torturado hasta la muerte en la comisaría 9ª de La Plata en 1993. Raúl Zaffaroni, juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación hasta que se retiró a los 75 años, como marca la norma, y Leonardo Grosso, diputado nacional por el Frente para la Victoria, que hace tres años logró la aprobación de la Ley del Día Nacional de la Lucha contra la Violencia Institucional, incorporado al calendario escolar.
El anfitrión está sin dormir porque a las 10 de la mañana llegó de México; poco después partirá nuevamente. Por eso el apuro, ninguno quiso perderse una charla sobre los ejes de la jornada del viernes en el Congreso de la Nación. El mate circula rápido y el diálogo camina solo.
–¿Por qué el tema de la pobreza es central a la hora de debatir los modelos de seguridad?
Raúl Zaffaroni: –En Latinoamérica somos campeones en dos índices. Primero, el de homicidios, ya que de los 23 países que del mundo que superan el 20 por cien mil anual, 18 pertenecen a América latina y el Caribe; las excepciones son Uruguay, Argentina y Chile. Y somos campeones del coeficiente de Gini (índice de desigualdad). No es casual, hay dos proyectos de sociedad detrás, uno incluyente y otro excluyente.
La forma de control de la exclusión en la región no se da tanto por la violencia institucional. El Estado, además de matar a unos cuantos, hace algo peor, que es introducir contradicciones entre los excluidos para que se maten entre ellos; la cocaína es uno de los elementos clave para eso. En países como la Argentina, donde los excluidos no se enfrentan con la virulencia de otros lugares, tienen que fortalecer el aparato represivo. Y hay un cáncer regional, los monopolios u oligopolios de medios que “construyen” la realidad, se llamen Azteca, Televisa, El Comercio en Perú, La República en Chile, Red O’Globo en Brasil o Clarín en la Argentina.
Rosa Bru: –Nosotros sentimos que no podemos llegar a la Justicia. El ser pobre ya te retrae, no llegás a presentarte, no podés expresarte ante un juez o ante un fiscal, eso ya es un problema para un familiar.Un ejemplo de lo que pasa es el caso de Omar Cigarán. Lo mató un policía, pero la fiscal Ana Medina dice que fue “en defensa propia” y pidió el sobreseimiento. La mamá apeló a través de una defensora de menores y al año le avisan que habían pedido el sobreseimiento definitivo. Desde la Asociación (Miguel Bru) la acompañamos, la patrocinamos y ella vio una pequeña luz de esperanza de Justicia para su hijo… Pero la causa se elevó a juicio sin acusación fiscal, sólo con su acusación.
Leonardo Grosso: –Los escuchaba y pensaba en cómo nosotros llegamos a esto desde una práctica; desembocamos en la Campaña desde la realidad de nuestra militancia barrial. Día tras día, la policía abusaba, torturaba y hasta mataba a los pibes. Como militantes no teníamos dudas en acompañar a las familias en ese camino lento y tortuoso que es el de la Justicia para los pobres. Acompañamos a los familiares, vamos a las marchas, conseguimos abogados, buscamos testigos, contenemos al grupo de amigos que quedó golpeado por esa muerte…, pero eso es llegar después. Nosotros, que pretendemos cambiar la realidad, construir un país distinto, sentimos que estamos llegando tarde. Ahí decidimos hacer esta Campaña.
–¿Cuáles son las principales cuestiones que dificultan el acceso de los más humildes al sistema judicial?
R.Z.: –Empezaría por la policía, planteando un modelo de policía comunitaria. No podemos tener un modelo de policía de ocupación territorial, tipo ejército, un modelo colonial, sin vinculación con la comunidad. Copiamos la Constitución de los Estados Unidos pero no a su policía de los condados, con un sheriff electo, como el intendente. La policía de calle tiene que tener inserción comunitaria, ser preventiva, con un entrenamiento que le permita contener una manifestación sin matar a nadie.
R.B.: –Creo que tendríamos que cambiar la Justicia. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, tenemos muchos problemas. El fiscal trabaja con la policía. En el caso de Cigarán está claro, la fiscal le da la investigación a la misma policía que lo mató. ¿Y ellos qué, van a decir “nosotros fuimos”? ¡No! Hay que transformar a la policía, pero también hay que arreglar esto. El juez elevó la causa a juicio y Asuntos Internos le devolvió el arma al policía por el “beneficio de la duda” y está trabajando con el arma en la calle.
L.G.: –La policía dispara y la Justicia también lo hace. Es necesaria una profunda reforma de la policía para que no dispare, pero es imprescindible un poder controlador del resto de las instituciones. Hay que empezar por crear un cuerpo que investigue.
La criminalización de los jóvenes
–¿Cómo se puede explicar que a los pibes, por la pinta, por la visera, se los acuse de violentos?
R.Z.: –Porque no tienen un candidato mejor. Si hubiese terrorismo… Hay un elemento que da más miedo, que es el conspirativo. Una conspiración de pibes de barrio, algo muy raro.
R.B.: –Como madres nos pasa que jueces y fiscales creen lo primero que les traen, que es el parte policial. Aportás pruebas y no te las reciben porque ya tienen el criterio formado.
L.G.: –Con la militancia barrial empezamos a comprender cómo funciona la policía, a ver que hay pibes que se pelean con otros pibes, que las armas que deja el narcomenudeo son más peligrosas que las sustancias. Uno de los casos que originó la Campaña fue la Masacre de La Cárcova, con Mauricio Ramos y Franco Almirón asesinados por la espalda por la policía. Se comprobó en el juicio oral que tiraron gases para que corran y les dispararon. La Justicia no les creyó a los testigos que decían “fue ese”, porque eran otros pibes del barrio y absolvieron al policía acusado. Al año siguiente, en un barrio que está vía de por medio, aparecen 13 o 14 muertos en varios meses por la guerra narco del control del territorio. Esos pibes eran los mismos que Mauricio y Franco.
R.Z.: –Esto de meter contradicciones entre los excluidos, que pasa en grande en otros países, acá también sucede. Los números de la Ciudad de Buenos Aires son reveladores. En las villas el índice de homicidio está en 13,5, en el resto de la Ciudad estamos en 2,6. Lo ideal sería llegar a 1. Pero tenemos un 42% de homicidios sin esclarecer en las villas.
L.G.: –Por eso este año la consigna es “Mi cara, mi ropa y mi barrio NO son delito”. Vos siempre hablás de genocidio por goteo y hay algo que tiene que ver con los modelos de país, con los modelos de sociedad que se quieren construir. Hay algo “sistémico” con la violencia institucional, que no es lo mismo que “sistemático”, es parte de las necesidades de reproducción del sistema, es contra los pibes pobres. Son víctimas “invisibles” porque no son vistos como víctimas. Un chico muere después de un robo, arrodillado, con testigos que dicen que se estaba entregando. Sin embargo, la mayoría de las veces, las fiscalías responden que no hay nada que investigar, que el chico estaba en un hecho y que la policía actuó de forma legítima.
R.Z.: –Si querés hacer una sociedad que tenga 30 por ciento de incluidos y 70 por ciento de excluidos, a este 70 por ciento lo tenés que controlar de alguna manera. Una de las formas más “prácticas” es que se maten entre ellos. Si eso no sucede, tienen que construir un aparato represivo. Hace como 30 años, cuando planteamos esto con Alicia (Oliveira) nos trataban de locos. Había dos o tres muertos por día, cerca de 1.500 en un par de años. La policía venía del entrenamiento de Camps (Ramón, jefe de la Bonaerense durante la dictadura) y seguía matando con la misma lógica, se preciaba de eso ya en pleno gobierno constitucional. Es un desafío que se continúe con el trabajo de investigación de homicidios por parte de la Corte para descubrir patrones de funcionamiento policial.
–Hay un avance en los procesos de organización de familiares de víctimas de violencia institucional y en la visibilidad de esta problemática.
L.G.: –Antes hablábamos de gatillo fácil y ahora hablamos de violencia institucional y podemos comprender estas problemáticas desde un ámbito mucho más amplio. Cada vez que hacemos algo con la Campaña planteamos que venga Estela de Carlotto, que vengan de Hijos, porque tiene que ver con la posibilidad, como sociedad, de haber podido empezar a juzgar a los crímenes de la dictadura, que influyeron en la formación de nuestra policía, en la cabeza de nuestra sociedad.
Preocupación por la región y el mundo
La extensión del diálogo permitió avanzar sobre los temas principales que hacen a la violencia institucional y la seguridad democrática e, incluso, atravesar la frontera nacional y adentrarse en el fenómeno a nivel regional, algo que interesa muy especialmente a Raúl Zaffaroni. México, Brasil, Centroamérica, se instalaron en la conversación.
El ex juez de la Corte abunda en la situación mexicana, se indigna ante la “naturalización” de las muertes que realizan los medios al afirmar que “estamos mejor, los muertos ya no aumentan, hemos llegado a una meseta, tenemos 20 mil desaparecidos, tenemos 100 mil muertos en 5 años, quédense tranquilos”; cree que eso es “mentirle al otro, es una aberración, ante una monstruosidad, un genocidio directamente o por los menos una masacre” donde las muertes, al no tener explicación, se presentan “como si se produjeran como el viento o la lluvia”.
A su criterio “hay una cuestión racista en el medio, es como decir que la personalidad mexicana promedio es violenta” y da su propia respuesta al preguntarse: “Cómo no va a ser sangrienta la historia de México si les hicieron pelota el país, si les afanaron dos tercios del territorio. Fui allá y se los dije”, remata.
Marca diferencias entre la situación en México, Argentina y Brasil, donde “el problema es el narco del mercado interno, con una clase media más fuerte que la nuestra” y una “favelización más extensa” con un índice medio de homicidios del 25 por cien mil. Compara con los datos nacionales que, “muy pesimistamente, llegarán a 7,5” y los de Honduras de 80 por cien mil. Lleva su explicación hasta El Salvador, donde “de un año al otro se ‘ahorraron’ mil homicidios”, porque hicieron acuerdos con las “maras”.
Saliendo de la región, sobrevoló la figura del Papa Francisco, con su pronunciamiento contra la pena de muerte, algo que Zaffaroni destaca por no tener precedentes. La referencia lo lleva hasta la isla italiana de Lampedussa, uno de los lugares de recalada de los migrantes africanos, situación que, a su juicio, es “resultado de lo que hicieron ellos (Europa y Estados Unidos) y de lo que siguen haciendo porque les venden las armas” a los países africanos.
Se presenta “Los sentidos de la justicia. Juicios, testimonios y desapariciones”
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Se presenta el libro del Dr. Carlos Leavi “Los sentidos de la justicia. Juicios, testimonios y desapariciones”, que es producto de la investigación realizada para su tesis doctoral que realizó en el marco del Doctorado en Comunicación de nuestra Facultad. El evento que se realizará el jueves 7 de mayo a las 18 hs en la Central de los Trabajadores, de calle 6 Nº 736 entre 46 y 47.
La presentación contará con la presencia de Rosa Bru, presidenta de la Asociación Miguel Bru; Octavio Miloni, Secretario General de ADULP / Secretario General regional; Martín Vizcarra, Secretario General de la AJB / Secretario
Adjunto regional; y Guadalupe Godoy, abogada querellante en juicios de lesa humanidad en La Plata.
En el libro de “Los sentidos de la justicia. juicios, testimonios y desapariciones”, se despliegan análisis e investigaciones comunicacionales/culturales que a partir del juicio a Miguel Etchecolatz,
desarrollado en La Plata durante 2006, lo toman como un acontecimiento fundante de una nueva relación entre justicia, cultura y política a partir de una condena por genocidio. Desde la idea de “escenas” también se
abordan las significaciones y alcances de una desaparición en democracia, como la de Jorge Julio López, incluyendo una relación con la desaparición de Miguel Bru. Asimismo se toman los “testimonios” como narraciones con un
nuevo estatuto comunicacional y político.
En síntesis, se analiza la construcción cultural de los “sentidos de la justicia”, como parte de las luchas contra impunidad en nuestro país en general y en la ciudad de La
Plata en particular. Sentidos que, excediendo el marco del derecho, se manifiestan como batallas en el espesor de lo cultural. Lenguajes y acciones expresados en voces diversas y múltiples, en los cuerpos que
“desaparecen” o en los que irrumpen para dar pelea a través de organizaciones, contra los intentos de convertir a la impunidad en elemento histórico hegemónico.
Declaración ante los lamentables sucesos del 23 de marzo
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A raíz de los hechos lamentables que se sucedieron esta semana en el marco del 39º aniversario del Golpe de Estado cívico militar en la ciudad de La Plata, la Asociación Miguel Bru manifiesta su dolor y el más enérgico repudio a estas acciones filo fascistas que atentan, no solo contra dos organizaciones que respetamos, H.I.J.O.S La Plata y Madres de Plaza de Mayo, sino contra la sociedad toda.
El pasado lunes 23 de marzo, como corolario de la marcha organizada por el Partido Obrero, el Partido de los Trabajadores por el Socialismo, la presidencia de la Federación Universitaria de La Plata y organizaciones encuadradas en la Multisectorial La Plata, Berisso y Ensenada, y una organización que se hace llamar Hijos, se quemó un muñeco que representaba la figura con un pañuelo blanco de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de mayo Hebe de Bonafini.
Asimismo ese lunes al mediodía la agrupación H.I.J.O.S. realizó un mural del que participaron otras organizaciones y vecinos en el frente del Destacamento 101 de Inteligencia del Ejército, calle 55 entre 7 y 8. Horas después aparecieron inscripciones en varios lugares sobre el mural que decían Fuera Milani. Horas después de finalizada la marcha. Casualidad?
Porque consideramos que este odio es inconducente y contradictorio con la memoria y los sueños de nuestrxs 30000 compañerxs desaparecidos, que dieron sus vidas por un proyecto de país con Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política, es que reiteramos nuestro dolor por tan tamaño error político y falta de respeto con quienes nos enseñaron y enseñan, en la práctica, el sentido y el valor de la ética y la moral.
Asociación Civil Miguel Bru