Testigxs confirman la golpiza que sufrió Cannizzo por parte de policías de la Comisaría Tercera
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El jueves 28 a las 10 hs. continúa el juicio contra cuatro policías de la Comisaría Tercera de Berisso en el TOC 1 de La Plata (calle 8 entre 56 y 57) por la muerte de Ariel Cannizzo, ocurrida el 22/10/11. En la audiencia de hoy se confirmó que el joven fue brutalmente golpeado por los efectivos cuando fue detenido en su casa. La causa llegó a juicio por “apremios ilegales” pero por pedido del fiscal y el particular damnificado (representado por la Asociación Miguel Bru) se amplió la acusación a “homicidio calificado”.
Entre los testimonios de hoy, los principales fueron brindados por dos vecinas que afirmaron que vieron como los policías de la Comisaría Tercera sacaron a Ariel Cannizzo de su casa esposado, descalzo y con la cara ensangrentada el 21/10/ 2011. Confirmaron además el relato brindado por otros testigos, que da cuenta que a las 11 de la mañana cuatro policías de esa seccional ingresaron a la casa de la víctima persiguiendo a un menor que presuntamente había robado una moto. Además una de las vecinas aclaró que en el velorio Ariel tenía la cara golpeada, “toda hinchada” y con moretones.
El ex capitán Ricardo de La Canal, los tenientes Roberto Percuoco y Ernesto Conti, y el oficial principal José Antonio Cácere son juzgados por la muerte de Ariel Cannizzo, el joven de 33 años que en el año 2011 fue “secuestrado” de su casa por los cuatro efectivos –en un procedimiento irregular y sin presentar la orden de captura - y sometido a una brutal golpiza. Como resultado de esos golpes murió luego cuando estaba detenido en la Comisaría Cuarta.
Mientras se desarrolla el juicio, varixs testigxs, entre ellxs Mónica Yllescas, madre de Ariel, denunciaron distintas situaciones de hostigamiento y amenazas por parte de efectivos de la Comisaría Tercera, que queda a solo tres cuadras de la casa de Cannizzo.
El caso es patrocinado por la Asociación Civil Miguel Bru (AMB)y llegó a juicio caratulado como “apremios ilegales”, una vieja y conocida estrategia del Poder Judicial para garantizar la impunidad de los casos de gatillo fácil. La semana pasada, el titular de la UFI 4 y Verónica Bogliano, abogada por parte de la AMB, pidieron la ampliación de la acusación ya que en base a los testimonios escuchados hasta el momento se puede acreditar que Ariel fue golpeado en estado de total indefensión lo que le provocó un cuadro de síndrome asfíctico subagudo por el cual murió horas después de ser detenido, tal como declaró el perito de parte. La petición fue aceptada por el tribunal.
En el juicio participan como veedores la Comisión Provincial por la Memoria, la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, la Mesa por los Derechos Humanos de La Plata, las Secretarías de Derechos Humanos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, de ADULP y SUTEBA, y la Asamblea Justicia por Emilia Uscamayta Curi.
Ampliaron la acusación a “homicidio calificado” en el Juicio por Ariel Cannizzo
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El martes 26 a las 10 hs. continúa el juicio contra cuatro policías de la Comisaría Tercera de Berisso en el TOC 1 de La Plata (calle 8 entre 56 y 57). En la última audiencia, por pedido del fiscal y el particular damnificado, se amplió la acusación a “homicidio calificado”. Mientras se desarrolla el juicio, la familia continúa viviendo situaciones de amedrentamiento por parte de policías de la Comisaría Tercera.
El ex capitán Ricardo de La Canal, los tenientes Roberto Percuoco y Ernesto Conti, y al oficial principal José Antonio Cáceres son juzgados por la muerte de Ariel Canizzo, el joven de 33 años que en el año 2011 fue “secuestrado” de su casa por los cuatro efectivos –en un procedimiento irregular y sin presentar la orden de captura - y sometido a una brutal golpiza. Como resultado de esos golpes murió luego cuando estaba detenido en la Comisaría Cuarta.
El caso es patrocinado por la Asociación Civil Miguel Bru (AMB)y llegó a juicio caratulado como “apremios ilegales”, una vieja y conocida estrategia del Poder Judicial para garantizar la impunidad de los casos de gatillo fácil. En la última audiencia, el titular de la UFI 4 y Verónica Bogliano, abogada por parte de la AMB, pidieron la ampliación de la acusación ya que en base a los testimonios escuchados hasta el momento se puede acreditar que Ariel Cannizzo fue golpeado en estado de total indefensión lo que le provocó un cuadro de síndrome asfíctico subagudo por el cual murió horas después de ser detenido. La petición fue aceptada por el tribunal.
En la última audiencia también declaró Damián Cannizzo, hermano de la víctima, quien dejó claro que Ariel fue golpeado brutalmente en su casa el 21 de octubre de 2011, cuando los policías irrumpieron violentamente mientras perseguían a un menor. Sin orden de captura se lo llevaron a la rastra, casi inconsciente y ensangrentado. Cuando fue trasladado a la Comisaría Cuarta, desde la celda Ariel le dijo que estaba muy golpeado, le dolía mucho la cabeza y se sentía mal, y le pidió un foco ya que en la celda estaba a oscuras. Damián se despidió dejándole lo que había pedido y elementos de higiene, prometiendo volver al día siguiente con un abogado. Pero a la mañana le avisaron que había muerto “de un paro”. En la morgue, cuando fue a reconocer el cuerpo, tenía marcas de golpes en todo el cuerpo y la “cara desfigurada”.
Al igual que su mamá, aseguró que Ariel no tenía problemas de salud, y que meses antes los estudios pre ocupacionales que se había hecho para un trabajo le habían dado bien. También ratificó que Ariel ya había tenido problemas con los policías de la Comisaría Tercera. Meses antes de morir lo habían golpeado al detenerlo por agarrar una porción de pizza en la pizzería del padre de Conti, por lo que le abrieron una causa por resistencia a la autoridad, y antes le habían armado una causa por la que estuvo preso cuatro años.
Mientras se desarrolla el juicio, la familia continúa viviendo situaciones de amedrentamiento por parte de policías de la Comisaría Tercera. Llamativamente, al día siguiente que comenzó el debate, efectivos de esa dependencia allanaron la casa de la hermana y la ex pareja de Ariel, por una denuncia de robo de una policía que vive en el barrio. En la primera audiencia, la madre ya había afirmado que se siente insegura junto a su familia, porque la Comisaría Tercera queda a sólo tres cuadras de su casa, y una tarde mientras su nieto jugaba en la esquina la policía le frenó casi encima y le apuntaron con un arma.
En el juicio participan como veedores la Comisión Provincial por la Memoria, la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la provincia, las Secretarías de Derechos Humanos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, de ADULP y SUTEBA.
Ariel Cannizzo se fue asfixiando lentamente
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Ayer comenzó en La Plata el juicio por la muerte del joven Ariel Cannizzo, en el que están implicados cuatro policías de la Comisaría Tercera de Berisso. El caso es patrocinado por la Asociación Civil Miguel Bru y está caratulado como ““apremios ilegales”, una vieja y conocida estrategia del Poder Judicial para garantizar la impunidad de los casos de gatillo fácil. En la primera jornada declararon entre otros, su madre que dijo sentirse insegura junto a su familia, el perito de parte, que cuestionó el procedimiento de la primera autopsia y un testigo que dijo ver como a Ariel lo paseaban en un patrullero con la cara ensangrentada. Las audiencias continuarán el próximo viernes 22 de abril a las 10 hs en los Tribunales de calle 8 entre 56 y 57 (La Plata).
Ayer comenzó el debate oral en el que el Tribunal Oral y Criminal Nº 1 juzga al excapitán Ricardo de La Canal, a los tenientes Roberto Percuoco y Ernesto Conti, y al oficial principal José Antonio Cáceres por la muerte de Ariel Canizzo, el joven de 33 años que en el año 2011 fue “secuestrado” de su casa por los cuatro efectivos –en un procedimiento irregular y sin orden de captura- y sometido a una brutal golpiza. Como resultado de esos golpes murió luego cuando estaba detenido en la Comisaría Cuarta. Con el testimonio de su Madre Mónica Yllescas, quien después de siete años logró sentarse en un Tribunal Oral y pedir que se haga justicia por su hijo, quedó claro que Ariel venía sufriendo distintos tipos de hostigamiento por parte de estos policías, que incluyeron una causa armada por la que el joven estuvo detenido cuatro años y en la que luego fue absuelto. El día en que Ariel falleció en la Comisaría Cuarta, Mónica recibió un llamado desde la Tercera: “Su hijo sufre algún problema de salud?”- le preguntaron. Ante su sorpresa, inmediatamente le dijeron que había muerto en la Seccional Cuarta. Mónica también contó que en estos días ella y su familia se sintieron inseguros, porque la Comisaría Tercera está a sólo tres cuadras de su casa y una tarde mientras su nieto jugaba en la esquina fue apuntado con un arma desde un patrullero.
En la primera jornada también declaró el perito Omar Ledesma, que entre otras cosas cuestionó la primera autopsia realizada sobre el cuerpo de Ariel. Según el experto, en el estudio no se cumplió con el “Protocolo de Estambul”, un manual de investigación y documentación que debe seguirse en casos de tortura, castigos y tratamientos crueles, inhumanos o degradantes. Pero lo más llamativo es que no se mandó a analizar una zona clave que explicaría su deceso: la laringe. Ariel tenía un hematoma importante en la garganta que le pudo producir el síndrome asfíctico por el que luego falleció. El perito afirmó que las razones de su muerte son síndrome asfíctico subagudo, lo que responde a una asfixia que se produce de forma lenta, casi tortuosa. Pero además, en su cuerpo se encontraron rastros de diazepam, una droga que está en medicamentos como el valium, y que disminuye la sensibilidad al dióxido de carbono, lo que sin duda colaboró con su muerte.
También declaró un joven que fue testigo de cuando la policía se llevaba a Ariel. Él también fue detenido más tarde y pudo ver a Canizzo dentro de un patrullero con la cara golpeada y ensangrentada.
Próxima audiencia: viernes 10 hs en los Tribunales de calle 8 entre 56 y 57. Darán su declaración el hermano de Ariel, vecinxs del barrio y policías