Caso Montenegro: se apeló la sentencia que absolvió a dos policías acusados de gatillo fácil
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Rosa Montenegro, mamá de Marcelo, asesinado la noche del 12 de julio de 2012 por policías de la Comisaría 48 en Ciudad Oculta, interpuso un recurso de Casación contra la sentencia que absolvió a los efectivos Emmanuel Alejandro Díaz y Diego Marcelo Calderón. El recurso, presentado por el abogado Federico Paruolo, quien junto a Nahuel Berguier y Gabriela Carpineti, patrocinaron a la familia de la víctima a través de la Asociación Miguel Bru, tiene por objeto que la Cámara de Casación revoque la sentencia dictada por el Tribunal Oral Nro. 30 , conformado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi. El objetivo es que se condene a los efectivos por el delito de homicidio agravado de Marcelo Montenegro por haber sido cometido por miembros integrantes de las fuerzas policiales en abuso de sus funciones.
El 12 de julio de 2012, a las cuatro de la mañana, Marcelo Montenegro y Nahuel Maturano, iban en un Renault Twingo por el barrio “Villa 15”. El auto, que tenía un pedido de captura por parte de un magistrado de la provincia de Buenos Aires, fue visto por los tres policías quienes comenzaron una persecución por la calle Lisandro de la Torre, en dirección a la Avenida Piedrabuena, pasando por Zuviria. Mientras los dos autos se desplazaban por Piedrabuena, los policías Díaz y Calderón, sin mediar justificativo, efectuaron al menos 5 disparos contra el vehículo con clara intención de dar muerte a los jóvenes. El auto chocó contra un paredón. Marcelo Montenegro murió media hora más tarde.
Uno de los fundamentos del recurso de Casación tiene que ver con que la sentencia no hizo lugar al planteo de la querella y la fiscalía de que no hubo agresión por parte de Montenegro y Maturano, de modo tal que no existió una justificación de parte de la policía para disparar. También quedó claro en el debate que ninguno de los dos jóvenes habían portado el arrma secuestrada en las inmediaciones, además de que se pudo comprobar que no fue disparada y que no funcionaba ya que su cañón estaba obturado. Tampoco se encontraron rastros de pólvora en las manos de los jóvenes.
Durante el juicio se analizaron también las grabaciones y transcripciones de las modulaciones radiales y de ellas surge que los policías dieron cuenta de un enfrentamiento luego del choque del vehículo contra el paredón. Es decir que ninguno de los policías informaron la existencia de un enfrentamiento. La noche del crimen los policías recién se refirieron a un supuesto enfrentamiento luego de perseguir a los tiros el auto donde iban los jóvenes y comprobar que el joven había muerto. La defensa planteó entonces que esa madrugada se pudieron haber “pisado” las comunicaciones durante las modulaciones. Sin embargo, las pruebas indicaron que es imposible que los equipos de modulación puedan haber fallado y que los policías intentaron encubrir el crimen instalando la idea de un enfrentamiento luego de haber disparado contra Marcelo Montenegro.
El juicio comenzó el 28 de marzo, después de seis años de lucha de la familia y la Asociación Miguel Bru para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La Fiscalía contó con la colaboración de la Procuraduría de Violencia Institucional. El fallo de la sentencia dictada por el Tribunal Oral Número 30 fue unánime, y había sido postergada en dos oportunidades.
La querella que representa a la familia había solicitado prisión perpetua para los tres imputados por “homicidio agravado en cumplimiento de sus funciones”. Esta pena fue la misma para Medina, el chofer del patrullero, por considerarlo “partícipe necesario” del crimen. La titular de la Fiscalía 26, Graciela Gils Carbó, pidió perpetua para Díaz y Calderón y una pena menor para Medina, y la defensa solicitó que los tres fueran absueltos. Para la querella y la fiscalía quedó probado que los policías atacaron a balazos a los jóvenes y que luego de que chocaron y Marcelo murió por un disparo mortal, encubrieron el hecho, y plantaron un arma.
“Pedimos la perpetua para los tres, ya que entendemos que quedó probado como los policías asesinaron a Marcelo y luego intentaron encubrir el crimen. Este es un caso clarísimo de gatillo fácil donde se activaron todos los mecanismos de siempre en los casos de violencia institucional, se quiso tapar la verdad con una causa armada por el encubrimiento policial desde el primer momento. Este fallo es lo mismo que les den el arma y les digan salgan a matar, la vida de un pibe no vale nada. Esta absolución se da en este contexto de avanzada represiva sobre los sectores populares y de retroceso en el respeto a los Derechos Humanos de parte del gobierno. Desde la Asociación Miguel Bru presentamos la apelación, y más temprano que tarde se hará justicia por el asesinato de Marcelo” dijo Rosa Bru.
22/5 Sentencia en el juicio por el crimen de Marcelo Montenegro
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La familia de Marcelo Montenegro y la Asociación Miguel Bru esperan con gran expectativa la sentencia que dictarán el próximo martes 22 de mayo a las 10 de la mañana los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi en el juicio contra tres policías de la Comisaría 48 acusados del crimen de Marcelo Montenegro, ocurrido hace seis años en Ciudad Oculta. La audiencia tendrá lugar en el Tribunal Oral y Criminal 30, ubicado en Paraguay 1536.
“Pedimos la perpetua para los tres, ya que entendemos que quedó probado como los policías asesinaron a Marcelo y luego intentaron encubrir el crimen. Este es un caso clarísimo de gatillo fácil donde se activaron todos los mecanismos de siempre en los casos de violencia institucional, se quiso tapar la verdad con una causa armada por el encubrimiento policial desde el primer momento.. Esperamos que el día de la sentencia la familia finalmente encuentre justicia y las respuestas a la lucha que sostuvieron estos años para saber toda la verdad de cómo murió Marcelo”, dijo Rosa Bru, presidenta de la Asociación Miguel Bru.
“Costó mucho llegar hasta acá, hace seis años que sostengo que a mi hijo lo mataron. Mi hijo no tenía armas, ni se tiroteó con nadie. Yo jamás pensé en pasar por algo así. Voy a confiar en la justicia, espero que los jueces vean como fueron las cosas, necesito que el tribunal haga justicia por mi hijo”, expresó Rosa Montenegro, madre de la víctima.
El juicio comenzó el 28 de marzo, después de seis años de lucha de la familia y la Asociación Miguel Bru para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La Fiscalía contó con la colaboración de la Procuraduría de Violencia Institucional
La querella pidió pena perpetua para los tres imputados, los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón por homicidio agravado en cumplimiento de sus funciones. El alegato fue realizado por el abogado Federico Paruolo, quien junto a Nahuel Berguier y Gabriela Carpineti, patrocinan a la familia de la víctima a través de la Asociación Miguel Bru. En su alegato Paruolo pidió la misma pena para Medina, chofer del patrullero, por considerarlo partícipe necesario. La titular de la Fiscalía 26, Graciela Gils Carbó, pidió perpetua para los policías Díaz y Calderón, los efectivos que realizaron los cinco disparos, y la absolución para Medina. La defensa pidió la absolución para los tres efectivos.
Juicio por Marcelo Montenegro: La fiscal pidió perpetua
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Foto de Nora Cortiñas, de Rosa Bru y Rosa Montenegro, y grupal: Juan Cicale
La familia de Marcelo Montenegro y la Asociación Miguel Bru esperan con gran expectativa la sentencia que dictarán el próximo viernes 18 de mayo a las 9 30 de la mañana los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi en el juicio contra tres policías de la Comisaría 48 acusados del crimen de Marcelo Montenegro, ocurrido hace seis años en Ciudad Oculta. La audiencia tendrá lugar en el Tribunal Oral y Criminal 30, ubicado en Paraguay 1536.
El Día Nacional contra la Violencia Institucional, el martes 8, culminó la etapa de alegatos. La querella pidió pena perpetua para los tres imputados, los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón por homicidio agravado en cumplimiento de sus funciones. El alegato fue realizado por el abogado Federico Paruolo, quien junto a Nahuel Berguier y Gabriela Carpineti, patrocinan a la familia de la víctima a través de la Asociación Miguel Bru. En su alegato Paruolo pidió la misma pena para Medina, chofer del patrullero, por considerarlo partícipe necesario. La titular de la Fiscalía 26, Graciela Gils Carbó, pidió perpetua para los policías Díaz y Calderón, los efectivos que realizaron los cinco disparos, y la absolución para Medina. A su turno, la defensa pidió la absolución para los tres efectivos.
“Desde la Asociación Miguel Bru como representantes de la familia pedimos la perpetua para los tres, ya que entendemos que quedó probado como los policías asesinaron a Marcelo y luego intentaron encubrir el crimen. Este es un caso clarísimo de gatillo fácil donde se activaron todos los mecanismos de siempre en los casos de violencia institucional, se quiso tapar la verdad con una causa armada por el encubrimiento policial desde el primer momento. Rosa Montenegro fue preparada porque no es fácil escuchar que ensucien tanto a una víctima como hizo el abogado con Marcelo, su hijo fallecido. A pesar de todo, tenemos confianza en el Tribunal. Esperamos que el día de la sentencia la familia finalmente encuentre justicia y las respuestas a la lucha que sostuvieron estos años para saber toda la verdad de cómo murió Marcelo”, dijo Rosa Bru, presidenta de la Asociación Miguel Bru.
“Costó mucho llegar hasta acá, hace seis años que sostengo que a mi hijo lo mataron. Mi hijo no tenía armas, ni se tiroteó con nadie. Yo jamás pensé en pasar por algo así. Voy a confiar en la justicia, espero que los jueces vean como fueron las cosas, necesito que el tribunal haga justicia por mi hijo”, expresó Rosa Montenegro, madre de la víctima.
El juicio comenzó el 28 de marzo, después de seis años de lucha de la familia y la Asociación Miguel Bru para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La Fiscalía contó con la colaboración de la Procuraduría de Violencia Institucional
En las siete audiencias previas a los alegatos ninguno de los testigos que prestaron declaración brindó un elemento de prueba que valide el relato de encubrimiento policial que comenzó la misma noche del crimen. El abogado de la defensa se limitó a mantener la versión de los imputados quienes habían declarado que hubo disparos desde el auto en que se trasladaban Marcelo Montenegro y su amigo Alejandro Nahuel Maturano, y que actuaron repeliendo ese ataque.
Durante todo el alegato, el abogado sostuvo la versión del supuesto enfrentamiento, al tiempo que mascaba chicle. Insistió con que los policías no pudieron comunicar el supuesto enfrentamiento debido a una falla en los equipos de comunicación, hipótesis descartada en el juicio por las declaraciones de los numerosos peritos especialistas en esa área.
Para la querella y la fiscalía quedó probado que los policías atacaron a balazos a los jóvenes y que luego de que chocaron y Marcelo murió por un disparo mortal, encubrieron el hecho, y plantaron un arma.
“Esta querella tiene por probado que el 12 de julio de 2012, alrededor de las cuatro de la mañana, en el barrio conocido como “Villa 15” circulaban en un Renault Twingo color Dorado Marcelo Montenegro y Nahuel Maturano, quien lo conducía. El clima era frío y sin lluvias”, dijo Federico Paruolo en su alegato. Explicó que los policías vieron el vehículo sobre el que obraba un pedido de captura de un magistrado de la provincia de Buenos Aires. Los policías informaron esto mediante la modulación radial del móvil que conducía Medina, acompañado por Díaz y Calderón, y comenzaron una persecución por la calle Lisandro de la Torre, en dirección a la Avenida Piedrabuena, pasando por la Av. Zuviria.
“Mientras los dos autos se desplazaban por Piedrabuena, Díaz y Calderón, sin mediar justificativo, efectuaron cinco disparos de armas de fuego contra el vehículo con la clara intención de dar muerte a sus ocupantes”, continuó Paruolo. Maturano se desmayó y el auto chocó contra un paredón. Los dos jóvenes, aún con vida, fueron detenidos y trasladados por ambulancia del SAME. Pero Marcelo Montenegro murió media hora más tarde.
El abogado de la familia Montenegro detalló cómo se acreditó la muerte del joven a través de la autopsia, la declaración de peritos y el informe de balística confeccionada por Gendarmería Nacional: Montenegro falleció producto de las lesiones que le produjo un impacto de bala calibre 9mm, que ingresó por la espalda. En su alegato también señaló que el arma secuestrada encontrada en el lugar no fue disparada ni por Marcelo ni por Nahuel, las pericias demostraron que no habría podido ser disparada ya que tenía el cañón obturado, y no existieron rastros de pólvora en las manos de ninguno de los dos jóvenes.
En el juicio declaró Alejandro Maturano, el único testigo del crimen, quien conducía el auto en el que Montenegro viajaba como acompañante. Con su declaración evidenció el estado de indefensión absoluta en el que estaba Marcelo al momento de recibir los disparos que terminaron con su vida y también quedó probado que ninguno de los dos portaba armas, como sostuvo desde un principio la versión de los policías. Además quedó probado que el arma que les plantaron no era apta para el disparo.
En 2015, luego tres años después de idas, vueltas y reveses judiciales se hizo lugar al pedido de la familia y la Asociación Miguel Bru, y se ratificó el procesamiento de los tres policías que participaron del operativo que terminó con su vida en Ciudad Oculta. En tres oportunidades los imputados habían sido sobreseídos en primera instancia, pero las apelaciones presentadas por los abogados de la Asociación ordenaron la continuidad de las investigaciones. Finalmente, y luego que se ordenara el cambio de Juzgado de Instrucción, en 2015 la justicia procesó a los tres imputados, lo que permitió que la causa llegue a juicio oral y público.
Buscan el cuerpo de Miguel Bru en el patio de la Comisaría Novena
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En el marco de la causa por la búsqueda del cuerpo de Miguel Bru, esta mañana la Gendarmería Nacional realizó un rastrillaje en el patio de la Comisaría Novena, donde fue visto con vida por última vez el 17 de agosto de 1993. Veinticinco años después, el dato de un testigo de identidad reservada llegó a la justicia y fue recogido por el actual Fiscal de la causa el Dr. Marcelo Martini. En 1999 quedó acreditado en juicio oral y público que tras haber sido secuestrado, Miguel fue llevado allí donde lo torturaron y lo desaparecieron.
La Presidenta de la Asociación Civil Miguel Bru y madre de Miguel, Rosa Schonfeld de Bru, dijo tras la pericia, que “muchos testigos han señalado durante éstos años un mástil que estaba en construcción en el patio de la comisaría y por fin ahora el fiscal y el juez se pusieron de acuerdo para dar lugar a ésta medida que nos llena de esperanza”. El rastrillaje se extendió hasta el mediodía y el informe del estudio estará disponible la próxima semana.
Asimismo, se encuentra pendiente otro rastrillaje, ésta vez en Las Cuevas, un sitio cercano a Los Talas en Berisso, señalado por el testigo Mario Fabián Gianotti. El ex funcionario municipal de La Plata, declaró en 2015 ante Fernando Cartasegna, quien encabezaba las UFI 4 y 9 y que hoy está investigado por “falsedad ideológica de instrumento público” e “incumplimiento de los deberes de funcionario”, entre otros delitos. Según Gianotti, un informante habría escuchado al propio ex policía Justo López, dando detalles de cómo eliminaron su cuerpo.
López habría tenido el cuerpo de Miguel en un Ford Falcon y luego lo habría enterrado en un lugar conocido como “Las Cuevas”. A fines del año pasado, el Dr. Martini dispuso un recorrido en la zona, donde se detectó un horno en desuso. Su peritaje determinó que no contenía restos óseos. Ahora Martini ordenó ampliar la zona de búsqueda y los investigadores incluirán hasta un sector de la localidad bonaerense de Magdalena. Con el de hoy ya se realizaron 36 operativos de búsqueda del cuerpo de Miguel Bru.
Actualmente la única persona que sabe con seguridad dónde está el cuerpo del estudiante de periodismo es el ex policía Justo López, ya que Abrigo falleció mientras se encontraba detenido. Ninguno de los dos quiso jamás aportar información para que la familia pueda encontrar a Miguel.
La querella de la familia Montenegro presentó sus alegatos
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Comenzó la etapa de alegatos en el juicio contra tres policías de la Comisaría 48 por el crimen de Marcelo Montenegro, ocurrido en julio de 2012 en Ciudad Oculta. Los policías Emmanuel Alejandro Díaz y Diego Marcelo Calderón fueron acusados por la querella como coautores por el delito de homicidio agravado en abuso de su función por ser integrantes de la fuerza. En tanto, el efectivo Mario Nicolás Medina, chofer del patrullero, fue acusado por el delito de homicidio agravado, también por ser integrante de las fuerzas policiales en abuso de su función, en calidad de partícipe necesario.
La pena única solicitada es de 30 años de prisión para cada uno de los tres policías imputados. El próximo martes 8 a las 9 30 será la lectura de los alegatos de la defensa y la Fiscalía.
El alegato fue realizado por el abogado Federico Paruolo, quien junto a Nahuel Berguier y Gabriela Carpineti, patrocinan a la familia de la víctima a través de la Asociación Miguel Bru. La lectura de la querella tuvo lugar el miércoles 25 de abril en el Tribunal Oral y Criminal 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi, en el juicio en el que interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional.
“Esta querella tiene por probado que el 12 de julio de 2012, alrededor de las cuatro de la mañana, en el barrio conocido como “Villa 15” circulaban en un Renault Twingo color Dorado Marcelo Montenegro y Nahuel Maturano, quien lo conducía. El clima era frío y sin lluvias”, dijo Paruolo. Explicó que los policías vieron el vehículo sobre el que obraba un pedido de captura de un magistrado de la provincia de Buenos Aires. Los policías informaron esto mediante modulación radial y el móvil asignado a la comisaria 48, que conducía Medina, acompañado por Díaz y Calderón, comenzó una persecución por la calle Lisandro de la Torre, en dirección a la Avenida Piedrabuena, pasando por la Av. Zuviria.
“Mientras los dos autos se desplazaban por Piedrabuena, Díaz y Calderón, sin mediar justificativo, efectuaron cinco disparos de armas de fuego contra el vehículo con la clara intención de dar muerte a sus ocupantes”, continuó Paruolo. Maturano se desmayó y el auto chocó contra un paredón. Los dos jóvenes, aún con vida, fueron detenidos y trasladados por ambulancia del SAME. Pero Marcelo Montenegro murió media hora más tarde.
El abogado de la familia Montenegro detalló cómo se acreditó la muerte del joven a través de la autopsia, la declaración de peritos y el informe de balística confeccionada por Gendarmería Nacional: Montenegro falleció producto de las lesiones que le produjo un impacto de bala calibre 9mm, que ingresó por la espalda.
Sin embargo, los imputados, al dar su versión de los hechos en su momento manifestaron haber recibido una agresión previa de parte de Marcelo y Nahuel, y repeliendo esa agresión efectuaron los disparos. En particular Díaz dijo que logró “observar fogonazos y estruendos derivados de esas detonaciones”, y que lo primero que hizo él y sus compañeros del móvil 148 fue “asegurar a los ocupantes del automóvil”, lo que quedó desvirtuado por la declaración dada en el juicio por el oficial José Luis Leyes. Este testigo dijo que al llegar al lugar los imputados estaban parapetados detrás del móvil policial y que aguardaron la presencia de más policías antes de abordar el Twingo.
El abogado señaló que el arma secuestrada encontrada en el lugar no fue disparada ni por Marcelo ni por Nahuel, además de que las pericias demostraron que no habría podido ser disparada ya que tenía el cañón obturado. Tampoco existieron rastros de pólvora ni en las manos de Marcelo ni en las de Nahuel, quien en su declaración, dio cuenta de que ninguno de los dos ocupantes del auto tenían un arma.
De las grabaciones y transcripciones, incorporadas ambas como pruebas del debate, surge claramente que los imputados dieron cuenta de un enfrentamiento luego del choque del vehículo contra el paredón, y no antes como intentaron instalar en su versión policial.
Tipicidad del homicidio coautoría
Según explicó la querella el homicidio de Marcelo Montenegro fue probado en autos con la acreditación de la muerte y el nexo de causalidad con la acción desplegada por los imputados fue verificada con las pericias, el reconocimiento en las declaraciones indagatorias de los imputados Díaz y Calderón de haber disparado contra el vehículo en reiteradas ocasiones y con la declaración de Maturano que vinculó de manera directa la muerte de Marcelo con los disparos realizados por los imputados, en claro abuso de sus funciones policiales.
La querella acreditó el dolo puesto que los policías sabían que dispararon contra dos personas con la conciencia y voluntad de dar muerte. En el caso en que se creyera la versión de los imputados acerca del fogonazo, cinco disparos son un acto de venganza por su desproporción y no un exceso en la legítima defensa por lo que esa figura queda excluida. Tampoco se verificó que los policías no tuvieran el pleno uso de sus facultades mentales