Toloza: “No estoy bien, quiero que esto termine”
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Este viernes declaró el imputado Toloza y con él finalizó el debate dónde se juzga a cinco policías por la muerte de Daniel Migone en 2005. El lunes serán los alegatos de la Fiscalía y la Asociación Miguel Bru y el martes los de las defensas.
Dos horas duró la declaración de Carlos Ariel Toloza, el Imaginaria de Calabozos que está imputado como partícipe necesario por privación ilegal de la libertad coactiva con resultado muerte intencional por torturas. La mayoría de su carrera en las fuerzas fue en la Comisaría 9º de La Plata, excepto un periodo en el que se desempeñó en el Grupo Antitumultos. Por aquel entonces era un hombre morrudo de unos 117 kg, muy distinto al demacrado y gris hombre en que se convirtió tras ser detenido en marzo de 2008. “Perdí 45 kilos y tiemblo cuando sirvo un vaso de agua, no estoy bien”- dijo. Aún así, insiste en que está orgulloso de haber pertenecido a la Institución.
Esta mañana dijo que cuando Daniel llegó a la Comisaría le hicieron el recibo de sus pertenencias. “Tenía la billetera, monedas y un celular nextel. Quería saber porqué estaba ahí y decía que no había hecho nada”. Contó que cuando Espósito, también imputado, fue a dejar las pertenencias del detenido, le dió las llaves y él mismo le alcanzó un vaso de agua a Migone. “No estaba alterado, pero daba puntapiés contra la puerta pidiendo ver al Oficial a cargo de la dependencia”. Después devolvió las llaves y se quedó encerrado en su puesto, el pasillo del imaginaria, desde donde vio pasar al oficial Falcón, encargado de la comisaría aquella noche que le pidió un cigarrillo para el detenido con quien iba a hablar. Dijo que aparentemente hablaron y se fue. Pero que Migone no cesó de darle puntapiés a la puerta, y que a las 00.30hs vió pasar a Díaz Zapata, dos oficiales mas que no reconoció y un hombre de civil y sintió el cerrojo de la puerta del calabozo. Según él, no escuchó bien qué pasaba, pero si que Díaz Zapata le dijo que se dejara de joder con los golpes. Después de esto reinó el silencio.
“Ahora está tranquilo”- le comentó Espósito y entonces Toloza le pidió ver al detenido. “Yo pedí verlo aunque no me correspondía pero por curiosidad“. El Presidente del TOC4 el Juez Juan Carlos Bruni fue muy insistente en saber porqué a Toloza le pareció necesario ver cómo estaba Daniel tras la visita del personal policial. “Imagínese”- explicó- “patea una y otra vez, va el personal policial, se tranquiliza… a veces el detenido puede autolesionarse”. Yo pedí verlo por tranquilidad.” Entonces según declaró, lo vio en el camastro “y no lo quiso molestar”. El presidente del Tribunal le preguntó si estaba vivo cuando lo vio y Toloza respondió con seguridad que si. Pero después de reiteradas preguntas y respuestas entre Bruni y el imputado, este último debió admitir que hablaba de presunciones, porque en realidad no pudo verlo bien. “¿Se tranquilizó o se murió?”- interrogaba Bruni.
Además el imputado aclaró que fue él mismo el que recuperó el recibo de pertenencias donde figuraba el celular nextel que le habían sacado a Daniel en su ingreso a la comisaría y que horas después apareció como protagonista estelar en un auto y en las fotografías de uno de los robos que quisieron imputarle a Migone. “Cuando el Cabo de Guardia me comunica que viene la Fiscal (por Leila Aguilar) y que pide el registro, veo que no era el que estaba ahí porque no estaba firmado por el detenido, entonces lo armé con lo que junté del tacho”. Además entre otros dichos incomprensibles, Toloza sugirió que Daniel podría haberse autoinfligido las lesiones genitales que figuran en la autopsia, lanzándose de la parte alta del camastro antes de ahorcarse con su campera de jean. También trató explicar la existencia de pastillas y estupefacientes en la dependencia, mencionados por los testigos que pasaron por el juicio, diciendo que no hay un “Cabo de techo” que pueda evitar el ingreso de estas sustancias en los días de visitas.
