Se cayó la carátula por “Apremios ilegales” y juzgarán a los policías en un Tribunal Criminal
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El lunes 31, a las diez de la mañana, en la primera audiencia y a cinco años del hecho, la familia Cannizzo y la Asociación Miguel Bru, que patrocina el caso, lograron dar el primer paso, luego de más de cinco horas en que la jueza en lo Correccional Nº 1 de La Plata, Miriam Ermili, escuchó testimonios.
Juan Manuel Morente, uno de los abogados de la Asociación Miguel Bru y que representa a la familia Cannizzo, explicó que “la jueza Miriam Ermili resolvió procedente la declinación de competencia solicitada ante el cambio de calificación “Homicidio agravado” por funcionario público de fuerzas de seguridad, como dice el artículo 80, inciso 9”, que por el monto de la pena del delito resulta incompetente. Ahora se tiene que sortear un tribunal oral Criminal.
Verónica Bogliano, la otra abogada de la AMB, señaló que “Ni los peritos oficiales ni el perito de parte pudieron determinar que los golpes que recibió Ariel pudieran descartarse con el resultado de muerte que tuvo 12 horas después de detenido en la Comisaría. Por eso se pidió el cambio de calificación. La jueza se declaró incompetente porque si bien, en un tribunal oral pueden condenar por apremios ilegales, ella no puede condenar por homicidio en caso de constatarse que los golpes que recibió Ariel le produjeron la muerte. Declararse incompetente significa dejar sin efecto todo lo actuado hasta la fecha. El caso se trasladó a un juzgado criminal. Los careos entre los peritos trajeron luz en lo que fue la muerte de Ariel. Hoy se conoció que faltaron varias cuestiones en la investigación previa y en las pericias y se demostró que en este caso no fueron exhaustivas. No se hizo un estudio detallado para conocer el origen de la asfixia y se pudo constatar la presencia de hematomas internas que hablan de los golpes que recibió horas antes de morir”.
Declararon la Dra. Andrea Sanchez y el Dr. Juan José Granillo Fernández, quienes hicieron la autopsia, el Dr. Omar Ledesma, perito de parte de la familia y la ong de derechos humanos que logro desvirtuar en parte los dichos de aquellos.
La familia Cannizzo y la Asociación Civil Miguel Bru (AMB) sostienen que Ariel murió tras ser sometido a brutales golpizas por parte de los policías y lograron dejarlo en claro en la primera audiencia en la que comenzaron a ser juzgados Ricardo de La Canal, capitán hoy jubilado, los tenientes Roberto Percuoco y Ernesto Conti, y el oficial principal José Antonio Cácere.
“Sabíamos que no iba a ser fácil. Fue fundamental el testimonio de los médicos para evaluar la prueba. En principio, hubo un allanamiento ilegal. Ahora tenemos que esperar que los elementos que no fueron investigados sean investigado en lo Criminal. No es la primera vez que pasa y asì es como se puede desentrañar la cadena de encubrimiento. Le restaron importancia, en un caso donde había policías involucrados. El perito de parte, el doctor Omar Ledesma, pudo determinar que si Ariel tenía sustancias tóxicas en sangre, entonces debería haberlas consumido mientras estaba detenido. Allí aparece una gran contradicción”, dijo Rosa Bru.
La mañana del 21 de octubre de 2011, Ariel Cannizzo dormía en su casa, en calle 94 y 126 Norte, de Berisso. A media mañana, en forma arbitraria y sin orden judicial, cuatro policías de la Comisaría 3ra de El Carmen entraron a la vivienda, a los gritos y a patadas, buscaron al joven y lo molieron a golpes. Al escuchar los ruidos, los vecinos se congregaron en la vereda. Fue así como fueron testigos de cómo los policías sacaban a Ariel a la rastra, todo ensangrentado. El muchacho fue llevado a la seccional, donde continuaron golpeándolo, hasta que durante la tarde de ese mismo día, lo trasladaron a un reconocimiento médico en la Comisaría 2da.
Después de que Ariel fue llevado a la 2da, todo en la causa se volvió difuso. El médico afirmó ante la Justicia que Cannizzo se negó a ser atendido. En el informe, por tanto, no hay constancia de las lesiones. De allí fue llevado a la Comisaría 4ta de Berisso donde recibió la visita de su hermano Damián. Ariel estaba golpeado, lleno de marcas y moretones, mal y descompuesto.
“Avisale a mamá que mañana, que es sábado, hay visitas. Que venga” le dijo al despedirse. Esa fue la última vez que alguien de su familia lo vio con vida.
“Yo sé que mi hijo falleció por las torturas que sufrió. Y que sean juzgados por apremios implica continuar con el encubrimiento y la impunidad. Quiero que se haga Justicia para que mi hijo pueda descansar en paz por el sufrimiento que tuvo que pasar de tanta paliza que le dieron”, dijo Mónica Yllescas.
La causa llegó a juicio en un juzgado Correccional por imputación de apremios ya que el fiscal Marcelo Romero denegó varios pedidos de prueba presentados por los abogados de la Asociación Civil Miguel Bru, que permitían probar la vinculación de los golpes de los policías con el deceso de Ariel.
Un informe posterior de Omar Ledesma, el perito de parte nombrado por la familia y la Asociación da cuenta de “lesiones evidentes en la zona de la garganta y lengua” y sostiene que la muerte pudo ser causada por las lesiones provocadas por la golpiza que recibió Ariel.