9
May
2018

Juicio por Marcelo Montenegro: La fiscal pidió perpetua

Escrito por ambru el 23:05 Agregar un comentario
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Foto de Nora Cortiñas, de Rosa Bru y Rosa Montenegro, y grupal: Juan Cicale

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La familia de Marcelo Montenegro y la Asociación Miguel Bru esperan con gran expectativa la sentencia que dictarán el próximo viernes 18 de mayo a las 9 30 de la mañana los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi en el juicio contra tres policías de la Comisaría 48 acusados del crimen de Marcelo Montenegro, ocurrido hace seis años en Ciudad Oculta. La audiencia tendrá lugar en el Tribunal Oral y Criminal 30, ubicado en Paraguay 1536.

El Día Nacional contra la Violencia Institucional, el martes 8, culminó la etapa de alegatos. La querella pidió pena perpetua para los tres imputados, los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón por homicidio agravado en cumplimiento de sus funciones. El alegato fue realizado por el abogado Federico Paruolo, quien junto a Nahuel Berguier y Gabriela Carpineti, patrocinan a la familia de la víctima a través de la Asociación Miguel Bru. En su alegato Paruolo pidió la misma pena para Medina, chofer del patrullero, por considerarlo partícipe necesario. La titular de la Fiscalía 26, Graciela Gils Carbó, pidió perpetua para los policías Díaz y Calderón, los efectivos que realizaron los cinco disparos, y la absolución para Medina. A su turno, la defensa pidió la absolución para los tres efectivos.

“Desde la Asociación Miguel Bru como representantes de la familia pedimos la perpetua para los tres, ya que entendemos que quedó probado como los policías asesinaron a Marcelo y luego intentaron encubrir el crimen. Este es un caso clarísimo de gatillo fácil donde se activaron todos los mecanismos de siempre en los casos de violencia institucional, se quiso tapar la verdad con una causa armada por el encubrimiento policial desde el primer momento. Rosa Montenegro fue preparada porque no es fácil escuchar que ensucien tanto a una víctima como hizo el abogado con Marcelo, su hijo fallecido. A pesar de todo, tenemos confianza en el Tribunal. Esperamos que el día de la sentencia la familia finalmente encuentre justicia y las respuestas a la lucha que sostuvieron estos años para saber toda la verdad de cómo murió Marcelo”, dijo Rosa Bru, presidenta de la Asociación Miguel Bru.

“Costó mucho llegar hasta acá, hace seis años que sostengo que a mi hijo lo mataron. Mi hijo no tenía armas, ni se tiroteó con nadie. Yo jamás pensé en pasar por algo así. Voy a confiar en la justicia, espero que los jueces vean como fueron las cosas, necesito que el tribunal haga justicia por mi hijo”, expresó Rosa Montenegro, madre de la víctima.

El juicio comenzó el 28 de marzo, después de seis años de lucha de la familia y la Asociación Miguel Bru para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La Fiscalía contó con la colaboración de la Procuraduría de Violencia Institucional

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En las siete audiencias previas a los alegatos ninguno de los testigos que prestaron declaración brindó un elemento de prueba que valide el relato de encubrimiento policial que comenzó la misma noche del crimen. El abogado de la defensa se limitó a mantener la versión de los imputados quienes habían declarado que hubo disparos desde el auto en que se trasladaban Marcelo Montenegro y su amigo Alejandro Nahuel Maturano, y que actuaron repeliendo ese ataque.

Durante todo el alegato, el abogado sostuvo la versión del supuesto enfrentamiento, al tiempo que mascaba chicle. Insistió con que los policías no pudieron comunicar el supuesto enfrentamiento debido a una falla en los equipos de comunicación, hipótesis descartada en el juicio por las declaraciones de los numerosos peritos especialistas en esa área.

Para la querella y la fiscalía quedó probado que los policías atacaron a balazos a los jóvenes y que luego de que chocaron y Marcelo murió por un disparo mortal, encubrieron el hecho, y plantaron un arma.
“Esta querella tiene por probado que el 12 de julio de 2012, alrededor de las cuatro de la mañana, en el barrio conocido como “Villa 15” circulaban en un Renault Twingo color Dorado Marcelo Montenegro y Nahuel Maturano, quien lo conducía. El clima era frío y sin lluvias”, dijo Federico Paruolo en su alegato. Explicó que los policías vieron el vehículo sobre el que obraba un pedido de captura de un magistrado de la provincia de Buenos Aires. Los policías informaron esto mediante la modulación radial del móvil que conducía Medina, acompañado por Díaz y Calderón, y comenzaron una persecución por la calle Lisandro de la Torre, en dirección a la Avenida Piedrabuena, pasando por la Av. Zuviria.

montenegro-alegatos-cicale.jpg “Mientras los dos autos se desplazaban por Piedrabuena, Díaz y Calderón, sin mediar justificativo, efectuaron cinco disparos de armas de fuego contra el vehículo con la clara intención de dar muerte a sus ocupantes”, continuó Paruolo. Maturano se desmayó y el auto chocó contra un paredón. Los dos jóvenes, aún con vida, fueron detenidos y trasladados por ambulancia del SAME. Pero Marcelo Montenegro murió media hora más tarde.

El abogado de la familia Montenegro detalló cómo se acreditó la muerte del joven a través de la autopsia, la declaración de peritos y el informe de balística confeccionada por Gendarmería Nacional: Montenegro falleció producto de las lesiones que le produjo un impacto de bala calibre 9mm, que ingresó por la espalda. En su alegato también señaló que el arma secuestrada encontrada en el lugar no fue disparada ni por Marcelo ni por Nahuel, las pericias demostraron que no habría podido ser disparada ya que tenía el cañón obturado, y no existieron rastros de pólvora en las manos de ninguno de los dos jóvenes.

En el juicio declaró Alejandro Maturano, el único testigo del crimen, quien conducía el auto en el que Montenegro viajaba como acompañante. Con su declaración evidenció el estado de indefensión absoluta en el que estaba Marcelo al momento de recibir los disparos que terminaron con su vida y también quedó probado que ninguno de los dos portaba armas, como sostuvo desde un principio la versión de los policías. Además quedó probado que el arma que les plantaron no era apta para el disparo.

En 2015, luego tres años después de idas, vueltas y reveses judiciales se hizo lugar al pedido de la familia y la Asociación Miguel Bru, y se ratificó el procesamiento de los tres policías que participaron del operativo que terminó con su vida en Ciudad Oculta. En tres oportunidades los imputados habían sido sobreseídos en primera instancia, pero las apelaciones presentadas por los abogados de la Asociación ordenaron la continuidad de las investigaciones. Finalmente, y luego que se ordenara el cambio de Juzgado de Instrucción, en 2015 la justicia procesó a los tres imputados, lo que permitió que la causa llegue a juicio oral y público.