10
Ene
2008

Acto a un año del crimen de Darian

Escrito por ambru el 15:12 8 comentarios
Categoria: Noticias
“Vinimos a tocar por Darian, para que nadie se olvide, y para apoyar a su familia!”, la voz gruesa del morocho quebró el murmullo de la tarde en la Plaza de las Madres de Los Hornos y marcó el inicio del recital que organizaron los amigos del chico al que los policías de la Comisaría Tercera de Los Hornos le arrancaron la vida de un tiro, luego de esposarlo y golpearlo, indefenso y mas vulnerable que nunca en su corta vida, en el asiento trasero de un patrullero. Sucedió hace un año atrás, una calurosa tarde de verano como esta. Tenía 17 años.

“Justicia por Darian”, anunciaba la bandera pintada con aerosol colgada en la esquina de las calles 137 y 60 de Los Hornos. Frente al monumento a las madres, en un escenario improvisado, escoltado por pancartas con los rostros de Julio López, Miguel Bru y el niño Miguel Cichilitti - violado y asesinado en Mar del Plata- tocaron los chicos de “Haxxina” y “Barrock”, repartiéndose la tarde y compartiendo los instrumentos hasta que cayó la noche. En el ritual amoroso que organizaron su familia y amigos, el momento más emotivo fue cuando su primo cantó, solo y con una guitarra criolla, el tema que compuso para Darian. “Recordándolo con una canción estamos acá, no se olviden de Darian”, resumió en el estribillo la consigna de la tarde.

Luego, a María Alicia Lugo, la voz solo le alcanzó para agradecer emocionada la presencia de todos los chicos y vecinos que se habían acercado para homenajear a su hijo.

Mientras, a tres cuadras de la plaza, la Comisaría Tercera era custodiada por los policías que llegaron en dos camiones de infantería. Al terminar la tarde, el rostro de Darian quedó grabado en distintos lugares de la plaza, resultado del stencil que durante el recital sus hermanos y primos multiplicaron en paredes y la vereda armados con un aerosol negro.

“Pedimos que no cierren la causa”

En el transcurso de la tarde, María Alicia Lugo, acompañada por Rosa Bru y otros familiares de la Red de Familiares y Víctimas de Violencia Policial e Institucional de la Asociación Miguel Bru, explicó varias veces a los medios que se acercaron cual es el punto central por el que luchan hoy en la causa de su hijo: “que no cierren la investigación”.

Resumió que, el 8 de enero pasado, junto a la Asociación Miguel Bru y el CIAJ (Colectivo de Investigación y Acción Jurídica) – las organizaciones que la patrocinan- reclamaron por segunda vez ante la Fiscalía General que revise la decisión tomada por los fiscales María Laura Di Gregorio y Sergio Delucis – UFI N° 4- quienes cerraron la investigación sin imputar a los policías involucrados en graves delitos vinculados a la muerte del chico.

En ese recurso se pide que se impute al ex sargento Christian Gutierrez -quien hasta el presente solo tuvo que responder como encubridor - como partícipe necesario del crimen; que el Ayudante de Guardia Mariana González -encargada del libro de guardia y que omitió el registro real de los hechos- sea imputada por encubrimiento agravado e incumplimiento a los deberes de funcionario público; y que el ex Teniente Primero Iván Martínez – acusado solo por encubrimiento- sea imputado por el delito de peculado, al existir pruebas de que sustrajo un arma que tenía en custodia para plantársela a Darian. Actualmente sólo se encuentra detenido el ex sargento Santiago Regalía, acusado de haber disparado al joven.

María Alicia Lugo explicó que no entiende como el fiscal adjunto, Gustavo Adolfo Lambruschini, pudo haber “…efectuado un pormenorizado análisis de las presentes piezas procesales…”

-como dice la notificación que recibió a principios de enero- para leer y responder las 2500 carillas y anexos documentales que tiene la causa en solo una jornada de trabajo, según se desprende del mismo expediente y del SIM (Sistema Informático del Ministerio Público Fiscal).

Rosa Bru explicó que la decisión de la UFI 4 y de la Fiscalía General –a cargo de Héctor Vogliolo y representada durante la feria judicial por Lambruschini- favorece la situación de varios de los policías imputados y propicia la impunidad, además de privar a los familiares de su derecho de acceder a la verdad de lo ocurrido. “Este caso, como tantos otros, demuestran la falta de compromiso institucional de los funcionarios del Estado que dirigen las investigaciones donde está involucrada la policía”, afirmó la fundadora de la Asociación Miguel Bru.

El crimen de Darian

Darian Barzabal fue asesinado dentro de un patrullero por la policía de la Comisaría Tercera de los Hornos, el 10 de enero de 2007, luego de ser acusado por el policía Luis Dorato de haber entrado a robar a su casa junto a otro chico.

Ante el llamado de Dorato a la Comisaría de la zona, acudió un patrullero conducido por el ex sargento Gutierrez acompañado por el ex sargento Regalía. De las declaraciones de testigos y los mismos imputados, se desprende que los policías golpearon al chico en el piso y luego lo subieron esposado al patrullero. Pero en vez de dirigirse a la Comisaría, dieron un “paseo” de varios minutos a 15 km por hora por una zona de baldíos con escasa iluminación, mientras Regalía golpeaba y amenazaba con su arma al joven. Fue en ese momento, cuando Gutierrez manejaba el patrullero casi a paso de hombre, que Regalía gatilló su arma sobre Darian.

Con el chico aún con vida, en lugar de dirigirse de inmediato al hospital más cercano, fueron a la comisaría, donde subió a la patrulla el teniente primero Iván Martínez. Recién entonces encararon hacia el Hospital San Juan de Dios, pero a una velocidad promedio de 25 km por hora, que a medida que se acercaban al nosocomio se hacía más lenta. Todo esto fue probado por los registros aportados por el AVL, el sistema satelital que localiza y reporta cada 27 segundos la posición de los móviles policiales. El mismo Gutiérrez declaró luego que en ese trayecto, Martínez ordenó detener el patrullero para sacarle las esposas a Darian, luego le plantaron el arma con el que pretendieron hacerle asumir el rol de victimario en lugar de víctima.

Después que el caso de gatillo fácil se conoció por la prensa a partir de la repercusión que tuvo en el barrio, y en menos de 48 hs. la Dirección General de Auditoría informó que el arma había sido incautada por la misma seccional 3 meses antes al fallecido Juan Carlos Gallardo. A cargo del arma y de las actuaciones donde constaba su incautación estuvo Martínez, pero esta documentación luego desapareció.