11
May
2013

Los imputados por la muerte de Migone cada vez mas comprometidos.

Escrito por ambru el 18:07 6 comentarios
Categoria: Noticias

Este viernes declararon los tres policías que detuvieron a Migone, y no lograron ponerse de acuerdo en sus versiones sobre los hechos. También declaró el testigo que intervino en el procedimiento en el que hallaron dentro de un vehículo violentado un teléfono Nextel que pertenecía a Daniel, y a partir de allí también le imputaron ese hecho. Estuvieron presentes en la Sala veedores de distintas organizaciones como la APDH, Madres de Plaza de Mayo y representantes de la Secretaría de Derechos Humanos de Provincia. Las audiencias se reinician el próximo martes a las 10.00 hs en los Tribunales de 8 entre 56 y 57.

La noche de la muerte de Daniel el oficial Pratto junto al imputado y por aquel entonces oficial de control de patrullas Díaz Zapata, recorrían la ciudad en un móvil policial. Según refirió este viernes el primero, los oficiales Ayala y García que estaba en otro vehículo avisaron por radio que habían aprehendido a una persona. Quienes previamente se habrían encontrado con un taxista que les habría informado el robo de un estereo. Hasta aquí, los tres policías Pratto, Ayala y García que dieron su testimonio ayer, lograron coincidir en las versiones. Una vez en la comisaría, uno de ellos acompañó a Migone a la guardia, dónde le tomaron los datos y los objetos personales. Es aquí donde comienzan las lagunas, los fangos y las contradicciones.

Los imputados por torturas seguidas de muerte, Daniel Guillermo Espósito y Carlos Ariel Tolosa, recibieron a Migone. Este último policía, al hacer uso de su derecho a la defensa durante la instrucción, refirió que estuvo presente cuando le sacaron las pertenencias a Daniel antes de que se lo lleven al calabozo de contraventores. Entre ellas se encontraba un celular Nextel, que no solo describió, sino que incluso reconoció como aquel que posteriormente sus compañeros encontraran dentro de un auto violentado. Este teléfono resulta ser clave para el caso, para probar que a Daniel lo estaban “empapelando”, como él mismo le comentó a quienes presenciaron su cautiverio, en referencia a que le querían armar una causa, y muchos testigos que hablaron con él recordaron que se quejaba por esto. El mismo celular apareció casi una hora después en un automóvil al que le faltaba el estereo. Es este uno de los objetos con el que los imputados quisieron justificar la detención de Migone, y su presencia en la comisaría.

Lo cierto es que en la audiencia de ayer los tres policías que declararon como testigos no lograron ponerse de acuerdo. Aparentemente esa noche hubo dos denuncias por robo mas una tercera denuncia que se realizó cuando Pratto, Ayala y García, volvieron a la zona donde aprendieron a Migone minutos después a “rastrillar” por orden de Díaz Zapata, en busca de otros objetos robados. Curiosamente hallaron un auto 147 y cerca de este rodado había abandonados en un cantero, una rueda de auxilio, un stereo y una llave cruz, y en el interior el teléfono celular Nextel que pertenecía a Daniel. Si bien no dejó de ser llamativo también que ninguno de los tres se hizo cargo de haber encontrado el celular, ni supieron explicar cómo fue que lo vincularon con Daniel. A punto tal que cuando se les requirió que expliquen ese punto, preguntándoles concretamente si había dado en ese momento con el dueño del auto, para descartar que no le pertenecía a éste, luego de titubeos, idas, vueltas y contradicciones, uno dijo creer que no, y los otros se debatieron entre el no me acuerdo y el yo no.

Por su parte el testigo, fue categórico en contradecir a los funcionarios policiales, en cuanto a que cuando a él lo convocan para ser testigos, los policías ya habían encontrado lo que le mostraron, que según afirmó era la cerradura forzada, el estereo y una rueda de auxilio un poco más allá del auto. Para después agregar que lo llevaron a la comisaría y mientras esperara un momento en el hall vió como sacaban a una persona “arrastrando hasta afuera” y lo subieron a la caja de una camioneta. No recordó haber visto ningún teléfono celular en el lugar del hecho. Si bien afirmó que mientras él estuvo en la comisaría “todo era normal, estaba todo tranquilo hasta que pasó eso”- dijo.

En la audiencia de este viernes último se vio como funciona, a fuerza de miedo o identidad, el “espíritu de cuerpo o de complicidad”, en la fuerza de seguridad. Liliana García estaba tan nerviosa que hasta cuando los jueces del tribunal le hacían una pregunta sencilla titubeaba, le temblaba la voz, o directamente se quedaba callada, lo que provocó que el Juez Bruni, luego de formularle una pregunta y ante el silencio que se había apoderado de la sala de audiencia, le pregunte “señora ¿por qué no responde?”, y la funcionaria respondió con un lacónico “lo estoy escuchando”. Contrariamente, en todo lo que aparentemente comprometía a Migone y justificaba su detención, supo tener recuerdos tan precisos como “haber encontrado una carpeta negra con un hilo verde”.