Mañana declararía la testigo que “perdió la memoria”
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“¿Ud prestaba servicios en la
comisaría novena en noviembre de 2005?”- pregunta el Fiscal Martín Chiorazzi
“Yo estuve pero no me acuerdo, según me dijeron si”- respondió la testigo, alegando pérdida de memoria.
No es la trama de una novela clásica de la televisión de la tarde. Se trata de la historia de la Oficial que trabajaba como Ayudante de Guardia, la noche en que Daniel Migone apareció muerto con signos de tortura en la celda de contraventores de la comisaría 9na en el año 2005. Mañana está citada a declarar después de las pericias psiquiátricas pedidas por las partes. A las 10 hs se reaundará el debate a cargo del TOC 4 dónde se juzga a cinco ex policías de la Comisaría Novena de La Plata, en los Tribunales de 8 entre 57 y 58.
La testigo fue a declarar el primer día con su hijo y presentó un certificado médico que decía que padecía una enfermedad psiquiátrica, por la cual debía ser asistida por su acompañante, y que había perdido la memoria. Tras ser escuchada sobre su situación, tanto la defensa de los cinco imputados, como el particular daminificado y el Fiscal decidieron pedir a la Asesoría Pericial de La Plata, un estudio psicológico- psiquátrico a fin de evaluar si estaba en condiciones de declarar. Pero además, la Asociación Miguel Bru- patrocinante de la causa- junto al Fiscal, pidieron que el Ministerio de Seguridad de Buenos Aires remitiera su legajo, para conocer si existían antecedentes de solicitudes de carpetas médicas, cuándo ocurrió ello y cuáles en tal caso han sido los motivos. La respuesta del Ministerio aún se encuentra pendiente.
Este último pedido pretendió despejar las dudas sobre por qué y en su caso por órden o con la anuencia de quién/es, no ingresó a Daniel en los libros de la Comisaría -novedades y guardia y detenidos y contraventores-, así como también el por qué del retraso en las constancias del libro de guardia- la última de aquel día es de las 21.30 hs.
En la audiencia del martes 21 de mayo, las sospechas de que la funcionaria podría estar fingiendo y de que el certificado médico sería tan falso como la versión de que Daniel se suicidó, comenzaron a crecer, cuando la Secretaria del Tribunal Oral 4 informó a las partes que “la testigo” no fue a la cita del perito psicólogo y que el perito psiquiatra de la Asesoría Pericial de La Plata, solicitó al Tribunal autorización para realizar nuevas entrevistas. Esto último da cuenta de que lo volcado en el certificado médico que presentó la Cabo de Guardia podría estar limitando con el gris oscuro de la legalidad.
Ante ese panorama, los defensores de los imputados Maciel y Falcón, solicitaron al Tribunal que para el caso sean aplicadas las “Reglas de Brasilia” sobre el acceso a la Justicia de las personas en condición de vulnerabilidad. Ante la posible maniobra de las Defensas para cubrir a la testigo en un manto de protección que la haría indemne al interrogatorio de las partes acusadoras y por el contrario funcional a los interese[/quote]s de los imputados, el Fiscal Martín Chiorazzi y el abogado de la Asociación Miguel Bru prestaron oposición hasta tanto no se determine la real situación de esta persona. “No alcanza un certificado médico para pedir se apliquen las Reglas de Brasilia”- sostuvo el abogado de la Asociación Miguel Bru, Fabio Villarruel- “Máxime cuando la testigo actualmente sigue en su cargo y se encuentra prestando funciones en la Comisaría 9na al día de la fecha, a menos que convengamos que es condición para ser funcionario policial tener una pérdida de memoria selectiva, tal como lo han demostrado varios funcionarios en el marco de esta audiencia”.
Momentos claves del juicio
Durante las mas de diez audiencias que ya lleva este juicio hubo momentos claves para entender que pasó con Daniel Migone la noche del 10 de noviembre en la Comisaría Novena.
A pocos días de comenzar el debate, los peritos judiciales Casano y Nons dejaron claro que Migone no pudo ahorcarse con su campera de jean, y que en su muerte intervino un tercero. Daniel murió por asfixia, pero además, tenía lesiones de tal grado que pudieron haberlo dejado en estado de descompensación e indefensión.Muchos de los testigos que estaban detenidos aquella noche comparten las amnesias de los testigos de uniforme aunque no sus motivos. Alegaron miedo y contaron que en la Novena eran habituales las golpizas. Algunos se animaron a contar que hablaron con Daniel mientras estuvo detenido en el calabozo de contraventores, y que estaba enojado porque lo estaban “empapelando”, en referencia al armado de causa. Por su parte los policías que se sentaron ante el Tribunal en carácter de testigos no pudieron ponerse de acuerdo en sus versiones ni explicar los motivos por los cuales llevaron a Daniel a la Novena aquella noche y mucho menos cómo el teléfono nextel que le habían quitado al entrar a la dependencia, apareció horas más tarde en la escena de un robo que le fue adjudicado.
Con el aporte de las víctimas de los supuestos hurtos que le cargaron a Daniel para justificar su detención, quedó a la luz el torpe modus operandi del armado de las causas que la bonaerense intenta mejorar desde hace años en los casos de gatillo fácil, dónde intervienen desde la inserción de falsas declaraciones hasta la supresión y destrucción de intrumentos públicos y el apoderamiento ilegítimo de pertenencias de los detenidos.
Ante todas estas idas y venidas, la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia consideró la semana pasada pedir a Asuntos Internos la formación de un nuevo sumario respecto de varios de los policías que se encontraban en servicio esa noche y que no están imputados. Pero además, en la última jornada la Asociación Miguel Bru pidió la ampliación de la imputación a privación ilegal de la libertad coactiva con resultado muerte intencional por medio de torturas contra Díaz Zapata como autor y a Espósito, Toloza y Falcón como partícipes necesarios, además de torturas seguidas de muerte y omisión de evitarlas.