18/4: Quinta audiencia en el juicio por Marcelo Montenegro
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El 18 de abril a las 9 30 tendrá lugar la quinta audiencia en el juicio contra los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón, en el Tribunal Oral y Criminal 30 (Paraguay 1536, esquina Paraná, CABA). En las cuatro audiencias pasadas comenzó a desarmarse la versión de la policía en el juicio contra los tres efectivos de la Comisaría 48 acusados de homicidio agravado de Marcelo Montenegro, ocurrido el 7 de julio de 2012 en Ciudad Oculta.
El juicio oral y público empezó el 28 de marzo, después de seis años de lucha para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La familia Montenegro es patrocinada por la Asociación Civil Miguel Bru, con la asistencia de los abogados Nahuel Berguier, Federico Paruolo y Gabriela Carpineti. Interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional. El juicio se realiza en el Tribunal Oral y Criminal 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi.
Ninguno de los testigos que han prestado declaración brindó un elemento de prueba que valide el relato de encubrimiento policial que comenzó la misma noche del crimen. El 11 de abril se realizó la cuarta audiencia donde se presentaron cinco nuevos testigos: tres peritos gendarmes, un perito tanatólogo y un médico legista. Todos declararon y ratificaron lo que figura en el expediente de la investigación: Marcelo Montenegro sufrió un ataque a balazos, fue alcanzado por dos proyectiles, uno de ellos mortal, en el tórax, y que los disparos se produjeron desde el móvil policial de los efectivos de la Comisaría 48.
“Este es un caso clarísimo de gatillo fácil donde la policía fusiló a Marcelo, y se activaron todos los mecanismos de siempre en los casos de violencia institucional. Se quiso tapar la verdad con una causa armada por el encubrimiento policial desde el primer momento del crimen. Si no fuera por la madre que salió a pelear por su hijo, acompañada por una organización, ni siquiera estaríamos hoy en la instancia de un juicio donde tenemos la posibilidad de conocer la verdad y exigir justicia por Marcelo”, expresó Rosa Bru, presidenta de la Asociación Civil Miguel Bru.
Marcelo fue asesinado en julio de 2012. Recién tres años después de idas, vueltas y reveses judiciales se hizo lugar al pedido de la familia y la Asociación Miguel Bru, y se ratificó el procesamiento de los tres policías que participaron del operativo que terminó con su vida en Ciudad Oculta.
En tres oportunidades los imputados habían sido sobreseídos en primera instancia, pero las apelaciones presentadas por los abogados de la Asociación ordenaron la continuidad de las investigaciones. Finalmente, y luego que se ordenara el cambio de Juzgado de Instrucción, en 2015 la justicia procesó a los tres imputados, lo que permitió que la causa llegue a juicio oral y público.
Testigos ratifican que Marcelo Montenegro fue asesinado por la policía
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Foto Colectivo de Medios de Comunicación Popular
El 11 de abril se realizó la cuarta audiencia en el juicio contra los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón, imputados por el homicidio agravado de Marcelo Montenegro, los tres en situación de disponibilidad. En el Tribunal Oral y Criminal 30 ubicado en Paraguay 1536 (CABA) fue el turno de cinco nuevos testigos: tres peritos gendarmes, un perito tanatólogo y un médico legista. Todos declararon y ratificaron lo que figura en el expediente de la investigación: Marcelo Montenegro sufrió un ataque a balazos, fue alcanzado por dos proyectiles, uno de ellos mortal, en el tórax, y que los disparos se produjeron desde el móvil policial de los efectivos de la Comisaría 48.
Además de las declaraciones, se incorporó al expediente la notificación de la prueba nueva solicitada por la querella que confirma la existencia de un botón de emergencia, en general de color rojizo, en todos los equipos portátiles y móviles utilizados por el personal de la policía para comunicarse. Se explica que el sistema le asigna de forma automática un canal exclusivo para que los efectivos puedan modular con prioridad sobre todos los demás equipos y usuarios que estén en el mismo grupo de comunicación. “Es decir que si uno de ellos está realizando una comunicación que no reviste el carácter de urgente con los Centros de Comando y Control y otro usuario oprime el botón de emergencia del equipo, el sistema le dará prioridad a ese último y el que estaba modulando primero no podrá transmitir comunicación alguna hasta que el usuario se encuentre en situación de prioridad corte comunicación (y vuelva a oprimir el botón del equipo) en ese período de tiempo sólo podrá mantenerse la escucha”. Esto ratifica lo que ya se había probado en la segunda audiencia, que es imposible que los equipos de modulación puedan haber fallado y que los policías intentaron encubrir el crimen instalando la idea de un enfrentamiento.
El miércoles 18 de abril continúa lo que se supone es juicio oral y público, aunque en la cuarta audiencia no permitieron a la prensa registrar audios ni fotografías dentro de la sala.
En las tres audiencias pasadas comenzó a desarmarse la versión de la policía en el juicio contra los tres efectivos de la Comisaría 48 acusados del crimen de Marcelo Montenegro, ocurrido el 7 de julio de 2012 en Ciudad Oculta. Aunque en las primeras jornadas declararon 19 testigos, todos ellos policías, ninguno brindó un elemento de prueba que valide el relato de encubrimiento policial que comenzó la misma noche del crimen.
El juicio oral y público empezó el 28 de marzo, después de seis años de lucha para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La familia Montenegro es patrocinada por la Asociación Civil Miguel Bru, con la asistencia de los abogados Nahuel Berguier, Federico Paruolo y Gabriela Carpineti. Interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional. El juicio se realiza en el Tribunal Oral y Criminal 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi.
El crimen y la causa armada
Marcelo “El Pela” Montenegro tenía 21 años. Hacía changas, trabajaba en la panadería del barrio y también como ayudante de albañil. Todos los días saludaba a sus vecinos de la villa 15. Le encantaba jugar en la canchita. Pero dos tiros impactaron contra el auto en el que viajaba la noche del 7 de julio de 2012 y uno alcanzó para arrebatarle la vida.
Iba en auto junto a un amigo cuando los policías Díaz, Medina y Calderón, comenzaron a perseguirlo. En la intersección de la Avenida Piedrabuena y Saraza, el auto en el que viajaban los jóvenes chocó contra un paredón luego de recibir varios disparos. Dos balas de los efectivos policiales impactaron en el cuerpo de Marcelo, una en el tórax y otra en la cara.
Los tres policías argumentaron que persiguieron el auto luego de recibir un alerta, y que hubo “un enfrentamiento”. Sin embargo todas las pruebas descartan esta coartada. El móvil policial no recibió disparos, ni se hallaron vainas correspondientes en la trayectoria de la persecución.
Un policía de la misma Comisaría 48 dijo que encontró un arma que, según los efectivos, estaba en poder de Montenegro; sin embargo ninguno de los numerosos testigos, en su mayoría policías, aseguró haber visto con un arma ni a Marcelo ni a su acompañante. Además, al momento de ser peritada, el arma “encontrada” por la policía no era apta para el disparo. Finalmente los policías imputados alegaron haber visto una “ráfaga”, no un disparo, y haber respondido ante ese peligro.
Se desarma la versión policial en el juicio por Marcelo Montenegro
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Fotos Juan Cicale
Comenzó a desarmarse la versión de la policía en el juicio contra tres efectivos de la Comisaría 48 acusados del homicidio agravado de Marcelo Montenegro, ocurrido el 7 de julio de 2012 en Ciudad Oculta. El juicio, contra Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón, comenzó el 28 de marzo. Aunque ya declararon 19 testigos, todos ellos policías, en las dos audiencias que se realizaron la semana pasada, ninguno brindó un elemento de prueba que valide el relato de encubrimiento policial que comenzó la misma noche del crimen. El 11 de abril tendrá lugar cuarta audiencia, se espera la declaración de médicos y peritos balísticos.
El juicio oral y público empezó después de seis años de lucha para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La familia Montenegro es patrocinada por la Asociación Civil Miguel Bru, con la asistencia de los abogados Nahuel Berguier, Federico Paruolo y Gabriela Carpineti. Interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional. El juicio se realiza en el Tribunal Oral y Criminal 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi. Las próximas audiencias están programadas para el 11y 18 de abril en la misma sede judicial (Paraguay 1536, esquina Paraná, CABA).
El crimen y la causa armada
Marcelo “El Pela” Montenegro tenía 21 años. Hacía changas, trabajaba en la panadería del barrio y también como ayudante de albañil. Todos los días saludaba a sus vecinos de la villa 15. Le encantaba jugar en la canchita. Pero dos tiros impactaron contra el auto en el que viajaba la noche del 7 de julio de 2012 y uno alcanzó para arrebatarle la vida.
Iba en auto junto a un amigo cuando los policías Díaz, Medina y Calderón, comenzaron a perseguirlo. En la intersección de la Avenida Piedrabuena y Saraza, el auto en el que viajaban los jóvenes chocó contra un paredón luego de recibir vario disparos. Dos balas de los efectivos policiales impactaron en el cuerpo de Marcelo, una en el tórax y otra en la cara.
Los tres policías argumentaron que persiguieron el auto luego de recibir un alerta, y que hubo “un enfrentamiento”. Sin embargo todas las pruebas descartan esta coartada. El móvil policial no recibió disparos, ni se hallaron vainas correspondientes en la trayectoria de la persecución.
Un policía de la misma Comisaría 48 dijo que encontró un arma que, según los efectivos, estaba en poder de Montenegro; sin embargo ninguno de los numerosos testigos, en su mayoría policías, aseguró haber visto con un arma ni a Marcelo ni a su acompañante. Además, al momento de ser peritada, el arma “encontrada” por la policía no era apta para el disparo. Finalmente los policías imputados alegaron haber visto una “ráfaga”, no un disparo, y haber respondido ante ese peligro.
El juicio: Tres audiencias de debate
En las audiencias la querella sostuvo en que las modulaciones policiales describieron la persecución sin hacer referencia alguna a un “enfrentamiento” o a haber recibido disparos. Solo luego del choque del automóvil, una vez que tomaron dimensión que el joven Montenegro se encontraba herido de muerte, los policías reportaron un supuesto enfrentamiento.
Los testigos que declararon en las tres audiencias que hubo repitieron que no escucharon detonaciones ni disparos producto de un enfrentamiento. Además la querella pudo acreditar que desde el choque hasta que la policía encontró la supuesta arma que le atribuyeron a Marcelo transcurrió más de una hora; lo que evidencia que se podría haber plantado en el lugar en que fue hallada.
Por su parte, la argumentación de la defensa de los imputados se limita a que las modulaciones efectuadas esa madrugada desde los móviles policiales, por alguna cuestión, fallaron, o que las modulaciones se “pisaron” y por ello no quedó registrado el reporte de un enfrentamiento.
Pero en la segunda audiencia un testigo policial explicó que existe un sistema de emergencia que no permite fallas; no permite que las modulaciones se superpongan o que no se escuchen. Los aparatos tienen un botón de “emergencias” y de “enfrentamiento”. Esa declaración echó por tierra la versión policial con la que se montó el encubrimiento de un supuesto enfrentamiento desde la misma madrugada del crimen. Además en las declaraciones escuchadas en las audiencias se validó lo que viene sosteniendo la querella: recién hablaron de enfrentamiento luego de que Marcelo fuera asesinado y chocara el auto en el que viajaba.
A partir de esto los abogados de la Asociación Miguel Bru realizaron un planteo que fue escuchado por el Tribunal, habilitándose la recepción de prueba nueva. Los abogados Paruolo, Berguier y Carpineti solicitaron que se evalúe en las próximas audiencias los manuales de funcionamiento de los equipos y pidieron la presencia de un perito que ratifique si fue posible que existiera una falla en las comunicaciones.
“Toda la prueba apunta a una misma conclusión: violentando todos los protocolos de actuación, los policías Calderón, Diaz y Medina dispararon de modo criminal al automóvil en el que iba Marcelo Montenegro. Luego, para garantizar su impunidad, plantearon la hipótesis de un enfrentamiento” afirmó el abogado Federico Paruolo.
Un camino de lucha
“Este es un caso clarísimo de gatillo fácil donde la policía fusiló a Marcelo, y se activaron todos los mecanismos de siempre en los casos de violencia institucional. Se quiso tapar la verdad con una causa armada por el encubrimiento policial desde el primer momento del crimen. Sino fuera por la madre que salió a pelear por su hijo, acompañada por una organización, ni siquiera estaríamos hoy en la instancia de un juicio donde tenemos la posibilidad de conocer la verdad y exigir justicia por Marcelo” expresó Rosa Bru, presidenta de la Asociación Civil Miguel Bru.
Marcelo fue asesinado en julio de 2012. Recién tres años después de idas, vueltas y reveses judiciales se hizo lugar al pedido de la familia y la Asociación Miguel Bru, y se ratificó el procesamiento de los tres policías que participaron del operativo que terminó con su vida en Ciudad Oculta.
En tres oportunidades los imputados habían sido sobreseídos en primera instancia, pero las apelaciones presentadas por los abogados de la Asociación ordenaron la continuidad de las investigaciones. Finalmente, y luego que se ordenara el cambio de Juzgado de Instrucción, en 2015 la justicia procesó a los tres imputados, lo que permitió que la causa llegue a juicio oral y público.
6/4 continúa el juicio por Marcelo Montenegro
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El 6 de abril a las 9.30 tendrá lugar la tercera audiencia del juicio oral y público contra tres policías por el homicidio agravado de Marcelo Montenegro. Se trata de Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón. El juicio se realiza en el Tribunal Oral y Criminal 30, ubicado en Paraguay 1536, esquina Paraná, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Después de seis años de lucha para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada, comenzó el juicio oral contra los policías de la Comisaría 48.
La familia es patrocinada por la Asociación Civil Miguel Bru, los abogados son Federico Paruolo, Gabriela Carpinetti y Nahuel Berguier. Interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional.
Marcelo “El Pela” Montenegro tenía 21 años. Hacía changas, trabajaba en la panadería del barrio y también como ayudante de albañil. Todos los días saludaba a sus vecinos de la villa 15. Le encantaba jugar en la canchita. Pero un tiro impactó contra el auto en el que viajaba la noche del 7 de julio de 2012 y alcanzó para arrebatarle la vida.
4/4 Segunda Audiencia en el juicio por Marcelo Montenegro
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El 4 de abril a las 9.30 tendrá lugar la segunda audiencia del juicio oral y público contra tres policías por el homicidio agravado de Marcelo Montenegro. Se trata de Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón, de la Comisaría 48. El juicio se realiza en el Tribunal Oral y Criminal 30 (Paraguay 1536, esquina Paraná, CABA). Las audiencias están programadas para 6, 11 y 18 de abril en la misma sede judicial. Interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional. La familia es patrocinada por la Asociación Civil Miguel Bru.
Después de seis años de lucha para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada, el miércoles 28 de marzo se realizó la primera audiencia del juicio contra los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón. Los primeros testigos fueron dos policías que declararon que ese día no presenciaron ningún tiroteo. Además las modulaciones de radiofrecuencia de los móviles dejaron en claro que, en ningún momento, los efectivos reportaron que se produjo un enfrentamiento la noche del crimen, el 7 de julio de 2012.