Buscan el cuerpo de Miguel Bru en el patio de la Comisaría Novena
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En el marco de la causa por la búsqueda del cuerpo de Miguel Bru, esta mañana la Gendarmería Nacional realizó un rastrillaje en el patio de la Comisaría Novena, donde fue visto con vida por última vez el 17 de agosto de 1993. Veinticinco años después, el dato de un testigo de identidad reservada llegó a la justicia y fue recogido por el actual Fiscal de la causa el Dr. Marcelo Martini. En 1999 quedó acreditado en juicio oral y público que tras haber sido secuestrado, Miguel fue llevado allí donde lo torturaron y lo desaparecieron.
La Presidenta de la Asociación Civil Miguel Bru y madre de Miguel, Rosa Schonfeld de Bru, dijo tras la pericia, que “muchos testigos han señalado durante éstos años un mástil que estaba en construcción en el patio de la comisaría y por fin ahora el fiscal y el juez se pusieron de acuerdo para dar lugar a ésta medida que nos llena de esperanza”. El rastrillaje se extendió hasta el mediodía y el informe del estudio estará disponible la próxima semana.
Asimismo, se encuentra pendiente otro rastrillaje, ésta vez en Las Cuevas, un sitio cercano a Los Talas en Berisso, señalado por el testigo Mario Fabián Gianotti. El ex funcionario municipal de La Plata, declaró en 2015 ante Fernando Cartasegna, quien encabezaba las UFI 4 y 9 y que hoy está investigado por “falsedad ideológica de instrumento público” e “incumplimiento de los deberes de funcionario”, entre otros delitos. Según Gianotti, un informante habría escuchado al propio ex policía Justo López, dando detalles de cómo eliminaron su cuerpo.
López habría tenido el cuerpo de Miguel en un Ford Falcon y luego lo habría enterrado en un lugar conocido como “Las Cuevas”. A fines del año pasado, el Dr. Martini dispuso un recorrido en la zona, donde se detectó un horno en desuso. Su peritaje determinó que no contenía restos óseos. Ahora Martini ordenó ampliar la zona de búsqueda y los investigadores incluirán hasta un sector de la localidad bonaerense de Magdalena. Con el de hoy ya se realizaron 36 operativos de búsqueda del cuerpo de Miguel Bru.
Actualmente la única persona que sabe con seguridad dónde está el cuerpo del estudiante de periodismo es el ex policía Justo López, ya que Abrigo falleció mientras se encontraba detenido. Ninguno de los dos quiso jamás aportar información para que la familia pueda encontrar a Miguel.
La querella de la familia Montenegro presentó sus alegatos
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Comenzó la etapa de alegatos en el juicio contra tres policías de la Comisaría 48 por el crimen de Marcelo Montenegro, ocurrido en julio de 2012 en Ciudad Oculta. Los policías Emmanuel Alejandro Díaz y Diego Marcelo Calderón fueron acusados por la querella como coautores por el delito de homicidio agravado en abuso de su función por ser integrantes de la fuerza. En tanto, el efectivo Mario Nicolás Medina, chofer del patrullero, fue acusado por el delito de homicidio agravado, también por ser integrante de las fuerzas policiales en abuso de su función, en calidad de partícipe necesario.
La pena única solicitada es de 30 años de prisión para cada uno de los tres policías imputados. El próximo martes 8 a las 9 30 será la lectura de los alegatos de la defensa y la Fiscalía.
El alegato fue realizado por el abogado Federico Paruolo, quien junto a Nahuel Berguier y Gabriela Carpineti, patrocinan a la familia de la víctima a través de la Asociación Miguel Bru. La lectura de la querella tuvo lugar el miércoles 25 de abril en el Tribunal Oral y Criminal 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi, en el juicio en el que interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional.
“Esta querella tiene por probado que el 12 de julio de 2012, alrededor de las cuatro de la mañana, en el barrio conocido como “Villa 15” circulaban en un Renault Twingo color Dorado Marcelo Montenegro y Nahuel Maturano, quien lo conducía. El clima era frío y sin lluvias”, dijo Paruolo. Explicó que los policías vieron el vehículo sobre el que obraba un pedido de captura de un magistrado de la provincia de Buenos Aires. Los policías informaron esto mediante modulación radial y el móvil asignado a la comisaria 48, que conducía Medina, acompañado por Díaz y Calderón, comenzó una persecución por la calle Lisandro de la Torre, en dirección a la Avenida Piedrabuena, pasando por la Av. Zuviria.
“Mientras los dos autos se desplazaban por Piedrabuena, Díaz y Calderón, sin mediar justificativo, efectuaron cinco disparos de armas de fuego contra el vehículo con la clara intención de dar muerte a sus ocupantes”, continuó Paruolo. Maturano se desmayó y el auto chocó contra un paredón. Los dos jóvenes, aún con vida, fueron detenidos y trasladados por ambulancia del SAME. Pero Marcelo Montenegro murió media hora más tarde.
El abogado de la familia Montenegro detalló cómo se acreditó la muerte del joven a través de la autopsia, la declaración de peritos y el informe de balística confeccionada por Gendarmería Nacional: Montenegro falleció producto de las lesiones que le produjo un impacto de bala calibre 9mm, que ingresó por la espalda.
Sin embargo, los imputados, al dar su versión de los hechos en su momento manifestaron haber recibido una agresión previa de parte de Marcelo y Nahuel, y repeliendo esa agresión efectuaron los disparos. En particular Díaz dijo que logró “observar fogonazos y estruendos derivados de esas detonaciones”, y que lo primero que hizo él y sus compañeros del móvil 148 fue “asegurar a los ocupantes del automóvil”, lo que quedó desvirtuado por la declaración dada en el juicio por el oficial José Luis Leyes. Este testigo dijo que al llegar al lugar los imputados estaban parapetados detrás del móvil policial y que aguardaron la presencia de más policías antes de abordar el Twingo.
El abogado señaló que el arma secuestrada encontrada en el lugar no fue disparada ni por Marcelo ni por Nahuel, además de que las pericias demostraron que no habría podido ser disparada ya que tenía el cañón obturado. Tampoco existieron rastros de pólvora ni en las manos de Marcelo ni en las de Nahuel, quien en su declaración, dio cuenta de que ninguno de los dos ocupantes del auto tenían un arma.
De las grabaciones y transcripciones, incorporadas ambas como pruebas del debate, surge claramente que los imputados dieron cuenta de un enfrentamiento luego del choque del vehículo contra el paredón, y no antes como intentaron instalar en su versión policial.
Tipicidad del homicidio coautoría
Según explicó la querella el homicidio de Marcelo Montenegro fue probado en autos con la acreditación de la muerte y el nexo de causalidad con la acción desplegada por los imputados fue verificada con las pericias, el reconocimiento en las declaraciones indagatorias de los imputados Díaz y Calderón de haber disparado contra el vehículo en reiteradas ocasiones y con la declaración de Maturano que vinculó de manera directa la muerte de Marcelo con los disparos realizados por los imputados, en claro abuso de sus funciones policiales.
La querella acreditó el dolo puesto que los policías sabían que dispararon contra dos personas con la conciencia y voluntad de dar muerte. En el caso en que se creyera la versión de los imputados acerca del fogonazo, cinco disparos son un acto de venganza por su desproporción y no un exceso en la legítima defensa por lo que esa figura queda excluida. Tampoco se verificó que los policías no tuvieran el pleno uso de sus facultades mentales
Testigo clave en el juicio por el crimen de Marcelo Montenegro
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Foto Juan Cicale
La sexta fue una audiencia fundamental en el juicio que se realiza por el asesinato de Marcelo Montenegro. Según la abogada de la querella, Gabriela Carpinetti, marcó “un antes y un después” en el proceso en curso. Declaró Alejandro Maturano, el único testigo del crimen. Él conducía el auto en el que Montenegro viajaba como acompañante el 7 de julio de 2012. En sus dichos se evidenció el estado de indefensión absoluta en el que estaba Marcelo al momento de recibir los disparos que terminaron con su vida y también quedó probado que ninguno de los dos portaba armas, como sostuvo desde un principio la versión de los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón.
El testimonio del testigo fue contundente: dejó claro de que la policía disparó contra el auto y en particular contra Montenegro con el objetivo de provocarle la muerte.
Maturano explicó que él nunca antes había vivido una situación de esas características junto a Montenegro. “Lo último que recuerdo, antes de que Marcelo recibiera los disparos, es que comenzamos a hablar de cómo eran nuestras vidas y recordamos a nuestras familias. Ese fue el último diálogo que tuvimos”, declaró. El chico quedó en estado de inconsciencia luego de que chocó contra el paredón en intersección de la Avenida Piedrabuena y Saraza, de Cuidad Oculta. Despertó en el hospital con la noticia de que su amigo había muerto.
Mañana a las 9:30 de la mañana será el momento de los alegatos de la querella conformada por los abogados Nahuel Berguier, Federico Paruolo y Gabriela Carpineti que en representación de la Asociación Miguel Bru patrocinan a la familia Montenegro.
Marcelo fue asesinado en julio de 2012. Recién tres años después de idas y vueltas judiciales se hizo lugar al pedido de la familia y la Asociación Miguel Bru, y se ratificó el procesamiento de los tres policías de la Comisaría 48 que participaron del operativo que terminó con su vida en Ciudad Oculta.
En tres oportunidades los policías de la Comisaría 48 habían sido sobreseídos en primera instancia, pero las apelaciones presentadas por los abogados de la Asociación ordenaron la continuidad de las investigaciones. Finalmente, y luego que se ordenara el cambio de Juzgado de Instrucción, en 2015 la justicia procesó a los tres imputados, lo que permitió que la causa llegue a juicio oral y público.
Hasta ahora en el juicio hubo seis audiencias y el trabajo de la defensa se limitó a tratar de justificar el encubrimiento argumentando que los policías no pudieron comunicar el supuesto enfrentamiento debido a una falla en los equipos de comunicación, hipótesis descartada por las declaraciones de los numerosos peritos especialistas en esa área.
Ninguno de los testigos que prestaron declaración brindó un elemento de prueba que valide el relato de encubrimiento policial que comenzó la misma noche del crimen. En las tres primeras audiencias declararon 19 testigos, todos policías, repitieron que no escucharon detonaciones ni disparos producto de un enfrentamiento. En la cuarta audiencia se presentaron tres peritos gendarmes, un perito tanatólogo y un médico legista, quienes ratificaron lo que figura en el expediente de la investigación: Marcelo Montenegro sufrió un ataque a balazos, fue alcanzado por dos proyectiles, uno de ellos mortal, en el tórax, y que los disparos se produjeron desde el móvil policial de los efectivos de la Comisaría 48.
En el juicio interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional. El juicio se realiza en el Tribunal Oral y Criminal 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi.
25/4 se realizará la sexta audiencia en el juicio por Marcelo Montenegro
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El miércoles 25 de abril a las 11.30 tendrá lugar la sexta audiencia del juicio contra los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón, en el Tribunal Oral y Criminal 3o. Durante las cinco audiencias anteriores comenzó a desarmarse la versión de la policía en el juicio contra los efectivos de la Comisaría 48 acusados de homicidio agravado de Marcelo Montenegro, ocurrido el 7 de julio de 2012 en Ciudad Oculta.
El juicio oral y público empezó el 28 de marzo, después de seis años de lucha para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La familia Montenegro es patrocinada por la Asociación Civil Miguel Bru, con la asistencia de los abogados Nahuel Berguier, Federico Paruolo y Gabriela Carpineti. Interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional. El juicio se realiza en el Tribunal Oral y Criminal 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi.
Marcelo “El Pela” Montenegro tenía 21 años. Hacía changas, trabajaba en la panadería del barrio y también como ayudante de albañil. Todos los días saludaba a sus vecinos de la villa 15. Le encantaba jugar en la canchita. Pero dos tiros impactaron contra el auto en el que viajaba la noche del 7 de julio de 2012 y uno alcanzó para arrebatarle la vida.
Juicio por Marcelo Montenegro: confirman que la policía encubrió el crimen
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Foto Juan Cicale
El miércoles 18 de abril se realizó la quinta audiencia en el juicio contra los policías Emmanuel Alejandro Díaz, Mario Nicolás Medina y Diego Marcelo Calderón, en el Tribunal Oral y Criminal 30, ubicado en Paraguay 1536. Durante las cuatro audiencias anteriores comenzó a desarmarse la versión de la policía en el juicio contra los efectivos de la Comisaría 48 acusados de homicidio agravado de Marcelo Montenegro, ocurrido el 7 de julio de 2012 en Ciudad Oculta. La próxima audiencia tendrá lugar el 25 de abril a las 11.30 de la mañana.
El 18 declaró un testigo determinante: un perito inspector de Policía experto en truncking o sistemas de radiocomunicaciones móviles utilizados por los miembros de las fuerzas de seguridad. Durante su exposición detalló el funcionamiento de esos aparatos y dejó en claro que existe un botón de emergencia que da prioridad de comunicaciones a quien lo oprime y que se utiliza para casos extremos, es decir cuando está en riesgo la seguridad del personal policial o de terceros. El perito, con su declaración, ratificó lo dicho en el informe presentado por la propia policía y solicitado por la querella que, además, echa por tierra la coartada de la defensa: el botón de emergencia que debe ser accionado en casos de enfrentamiento tiene prioridad por sobre otras comunicaciones.
Cabe recordar que el 7 de julio de 2012, los policías recién se refirieron a un supuesto enfrentamiento luego de perseguir a los tiros el auto donde Marcelo iba con un amigo y comprobar que el joven había muerto. La defensa planteó entonces que esa madrugada se pudieron haber “pisado” las comunicaciones durante las modulaciones. Sin embargo, las pruebas indican que es imposible que los equipos de modulación puedan haber fallado y que los policías intentaron encubrir el crimen instalando la idea de un enfrentamiento luego de haber disparado contra Marcelo Montenegro.
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El juicio oral y público empezó el 28 de marzo, después de seis años de lucha para que se avance con la investigación y la causa no fuera cerrada. La familia Montenegro es patrocinada por la Asociación Civil Miguel Bru, con la asistencia de los abogados Nahuel Berguier, Federico Paruolo y Gabriela Carpineti. Interviene la Fiscalía General N° 26 y colabora la Procuraduría de Violencia Institucional. El juicio se realiza en el Tribunal Oral y Criminal 30, integrado por los jueces Guillermo Friele, Marcela Rodríguez y Luis Rizzi.
Ninguno de los testigos que prestaron declaración brindó un elemento de prueba que valide el relato de encubrimiento policial que comenzó la misma noche del crimen. En la cuarta audiencia se presentaron tres peritos gendarmes, un perito tanatólogo y un médico legista. Todos declararon y ratificaron lo que figura en el expediente de la investigación: Marcelo Montenegro sufrió un ataque a balazos, fue alcanzado por dos proyectiles, uno de ellos mortal, en el tórax, y que los disparos se produjeron desde el móvil policial de los efectivos de la Comisaría 48.
Además se incorporó al expediente la notificación de la prueba nueva solicitada por la querella que confirma la existencia de un botón de emergencia, en general de color rojizo, en todos los equipos portátiles y móviles utilizados por el personal de la policía para comunicarse. Se explica que el sistema le asigna de forma automática un canal exclusivo para que los efectivos puedan modular con prioridad sobre todos los demás equipos y usuarios que estén en el mismo grupo de comunicación. “Es decir que si uno de ellos está realizando una comunicación que no reviste el carácter de urgente con los Centros de Comando y Control y otro usuario oprime el botón de emergencia del equipo, el sistema le dará prioridad a ese último y el que estaba modulando primero no podrá transmitir comunicación alguna hasta que el usuario se encuentre en situación de prioridad corte comunicación (y vuelva a oprimir el botón del equipo) en ese período de tiempo sólo podrá mantenerse la escucha”. Esto ratifica lo que ya se había probado en la segunda audiencia a partir del testimonio de un policía, que es imposible que los equipos de modulación puedan haber fallado y que los policías intentaron encubrir el crimen instalando la idea de un enfrentamiento.