ASOCIACION MIGUEL BRU
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Tiempo de alegatos

La Fiscalía y la Asociación Miguel Bru (AMB) pidieron la máxima pena para los policías imputados por la muerte de Daniel Migone en 2005. Además el Tribunal decidió esta mañana darle la libertad a la imputada Maciel, quien tenía arresto domiciliario. Su defensor lo había pedido tras escuchar los alegatos de la Fiscalía y la AMB, quienes estuvieron de acuerdo en la medida. Los últimos tres alegatos serán el día lunes desde las 9.30 en los Tribunales de 8 entre 56 y 57.

El Agente Fiscal Martín Chiorazzi pidió la pena máxima para el oficial Díaz Zapata como autor material en las torturas seguidas de muerte contra Migone con el agravante de intentar la impunidad. Además dijo que Espósito y Toloza lo auxiliaron en este “despreciable suceso” y que fueron parte necesaria de la reproducción del plan global y pidió también para ellos la prisión perpetua. En tanto para el oficial Falcón, responsable de la Comisaría 9º aquella noche, sugirió 10 años de prisión, la máxima en la figura de autor de omisión de evitar torturas seguidas de muerte. En el caso de la oficial Maciel pidió 6 años y seis meses mas inhabilitación para ejercer de por vida.

Por su parte, el letrado de la AMB, Fabio Villarruel, narró cómo los imputados sustrajeron de la vía pública y retuvieron en la Comisaría 9º a Daniel, privándolo así de su libertad personal con el fin de que éste tolere contra su voluntad, la falsa imputación de 3 ilícitos contra la propiedad, a sabiendas de que los mismos habían sido perpetrados por otros. La entidad pidió para Díaz Zapata, Falcón, Espósito y Toloza la pena de prisión perpetua por privación ilegal de la libertad y muerte por medio de torturas. En el caso de Maciel coincidió con el Agente Fiscal y agregó como un atenuante la escala jerárquica machista que caracteriza a las fuerzas de seguridad, teniendo en cuenta que éste punto ponía a Maciel en una situación de desventaja respecto de las posibilidades de cambiar el curso de lo que finalmente ocurrió. A pesar de coincidir con el Fiscal Martín Chiorazzi, la AMB no tomó como un atenuante el hecho de que los policías no contaran con antecedentes, por considerar que es una condición sin la cual no podrían ser funcionarios de las fuerzas.

Mientras el letrado de la AMB alegaba, Díaz Zapata, señalado como autor material de la muerte de Daniel masticaba un chicle. De a ratos reía. Pero en un momento se puso serio y se quedó mirando hacia abajo. Fue cuando Villarruel explicaba cómo en esta “empresa criminal” no dudó en usar a sus propios compañeros a quienes aprovechando su desconocimiento los “madndó tragados” como testigos de la escena que montaron en el calabozo, porque la noche del 10 de noviembre de 2005 y tras dar muerte a Daniel, Díaz Zapata llamó a un móvil y les ordenó buscar “al detenido” para llevarlo a reconocimiento médico. Así es como el oficial Fuentes lo encuentra sin vida.

Por su parte las defensas de Díaz Zapata y de Espósito dieron su alegato en el día de hoy. Entre otras cosas dijeron que todo fue una “película” armada por la Fiscalía y la Asociación Miguel Bru y pidieron la absolución de sus “ahijados procesales” quienes según ellos están sentados allí solo por estar cumpliendo sus funciones. Además, la defensora de Espósito en un rapto de lucidez dijo que después de los alegatos de ayer le da terror haber estado en la Comisaría esa noche, “porque podría haberme pasado a mi”.

Durante la jornada de alegatos estuvieron presentes veedores de distintos organismos y entidades como integrantes del Centro de Estudiantes y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Facultad de Periodismo, representantes de FAVISIC, CELS, Juan Scatolini de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, Anibal Hnatiuk de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia, el Defensor Julián Axat del Fuero Penal Juvenil, Mario Coreolano de la Defensoría del Tribunal de Casación Penal de la Provincia y miembro del Subcomité para la Prevención de la Tortura de la Onu, Roberto Cipriano de la Procuraduría de Violencia Institucional del Ministerio Público Fiscal de la Nación, entre otros.

Que pasó en la 9na el 10 de noviembre de 2005

Daniel fue detenido ilegítimamente.
Esa noche Daniel se apostó en la puerta de una casa dónde se encontraba su novia que no quería atenderlo. La policía recibió un radio y fue hasta el lugar dónde hablaron con ambos. Daniel se fue, y dicen los policías que en el camino se tomó un helado. Algunos minutos después lo levantó un patrullero y lo llevaron a la Comisaría 9º, sin decirle el motivos por el que lo estaban deteniendo.

¿Por qué?
Lo que explica por qué interesaba y a quién, que Daniel quedara detenido se ventilará lamentablemente en otro juicio, porque las causas se dividieron y allí quedaron los motivos que contribuyen a entender esta historia. Migone vivía una relación sentimental con una mujer que se llama Natalia y que también se veía con un policía de la Comisaría 9º. Para quienes estuvieron atentos en las audiencias, va una pista: ese día el Oficial estaba de franco y ni bien el comisario Jaidar se enteró de todo lo que pasó después, lo primero que hizo fue llamarlo para que se presente en la dependencia. Llegaron juntos. Se lo conoce como el hombre fuerte de la Brigada. Jaidar no supo dar una explicación coherente durante su testimonio, de porqué lo requirió aquella noche.

En la novena mandaba el más malo.
El orden dentro de la policía es absolutamente vertical. Esto lo sabe todo el mundo porque las jerarquías están establecidas formalmente. Pero lo cierto es que al menos el 10 de noviembre de 2005, en la 9º de La Plata este sistema no estaba funcionando. Aquella noche no había Comisario y quien lo reemplazaba, era el oficial Jefe de Turno Falcón. Pero el que mandaba realmente era a quien muchos detenidos conocían como “Hitler”, el ex integrante del Grupo Antitumulto, el Oficial Díaz Zapata, marcado hoy como el autor material por la muerte de Daniel. Su función aquella noche era estar en la calle apoyando a los móviles. Nada tenía que hacer en los calabozos. El imputado Espósito ratifica en su declaración que todo pasaba por él en la Comisaría.
Por su parte Toloza, como Imaginaria de Calabozos debía estar encerrado en el pasillo. Lo vieron en la zona de la guardia y lo vieron yendo a “visitar” a Daniel, junto a Díaz Zapata, Falcón y Espósito. Las llaves solo podía tenerlas la oficial Maciel, y sin embargo esa noche las tuvo Díaz zapata y también Espósito y Toloza.

“Estás pegado, estás preso”
Migone pateaba la puerta de contraventores insistentemente. Quería que le explicaran porqué lo habían encerrado y pedía con el encargado de turno. El Oficial Falcón ya había ido a hablarle, pero no logró satisfacerlo. Daniel sabía lo que hacía y siguió pidiendo hablar con el “encargado” porque quería desactivar lo que sabía que ya habían puesto en marcha: el armado de causa. Pedía que le devolvieran el teléfono que horas después apareció como el protagonista estelar en el asiento de un auto que había sido robado y que le cargaron a su cuenta.
Pidió y pidió a las patadas contra la puerta y entonces por fin se hizo presente el verdadero “Jefe a cargo”. Díaz Zapata fue acompañado por Falcón, Espósito y Toloza. “Dejate de joder, estás pegado, estás preso”, lo prepoteó. Según Maciel y el tesigo Di Salvo, los gritos que incluían insultos de Daniel y Diaz Zapata se escuchaban desde la guardia. Tras esta visita reinó el silencio.

La sangre de “una femenina”
Durante el juicio quedó probado el precario armado de las causas que quisieron imputarle a Daniel para dejarlo preso. Una de las testigos que pasaron por la sala durante el juicio y que fue víctima de uno de los robos de auto que trataron de cargarle a Migone, señaló que el estereo que le faltaba estaba amurado y el baúl atado por dentro. Quedó volando una duda que quizás nunca podamos aclarar. ¿A quién pertenecía la sangre que la señora vio tanto en el interior, como en la parte exterior de su rodado? Se descartó de plano que haya correspondido a Daniel, ya que en su autopsia no se constató ninguna herida sangrante. Pero se descarta aún más, gracias al análisis de ADN, que consignan que las manchas se corresponden con un perfil genético femenino.

Como murió Daniel según la AMB
Según la reconstrucción cronológica que pudo hacer la AMB durante la investigación, fue Díaz Zapata quien en una zona muy próxima al calabozo de contraventores le dio un rodillazo en los testículos que hace que Daniel necesariamente se agache. Ahí el policía lo habría hecho impactar contra un angulo -posiblemente de alguna pared-, y lo toma de atrás por el cuello. Daniel con sus manos esposadas, procuró retirar el brazo, e hizo el movimiento del que nos hablaron los forenses Cassano y Noms, que explicaba la lesión en la carótida y en tan vastas zonas del esternocleidomastoidea.

Prácticas persistentes
La AMB denunció en este juicio que muchos de los vicios que se pusieron en práctica antes y después de la muerte de Daniel Migone se repiten sistemáticamente dentro de la Policía Bonaerense. Entre otras, es el caso de la conocida “parada de libros”. Se trata de la demora en volcar por escrito la actividad de la Comisaría, lo que da lugar a toda clase de abusos, encubrimientos y otros arreglos. En este caso Daniel no había sido ingresado en los registros.

Toloza: “No estoy bien, quiero que esto termine”

Este viernes declaró el imputado Toloza y con él finalizó el debate dónde se juzga a cinco policías por la muerte de Daniel Migone en 2005. El lunes serán los alegatos de la Fiscalía y la Asociación Miguel Bru y el martes los de las defensas.

Dos horas duró la declaración de Carlos Ariel Toloza, el Imaginaria de Calabozos que está imputado como partícipe necesario por privación ilegal de la libertad coactiva con resultado muerte intencional por torturas. La mayoría de su carrera en las fuerzas fue en la Comisaría 9º de La Plata, excepto un periodo en el que se desempeñó en el Grupo Antitumultos. Por aquel entonces era un hombre morrudo de unos 117 kg, muy distinto al demacrado y gris hombre en que se convirtió tras ser detenido en marzo de 2008. “Perdí 45 kilos y tiemblo cuando sirvo un vaso de agua, no estoy bien”- dijo. Aún así, insiste en que está orgulloso de haber pertenecido a la Institución.

Esta mañana dijo que cuando Daniel llegó a la Comisaría le hicieron el recibo de sus pertenencias. “Tenía la billetera, monedas y un celular nextel. Quería saber porqué estaba ahí y decía que no había hecho nada”. Contó que cuando Espósito, también imputado, fue a dejar las pertenencias del detenido, le dió las llaves y él mismo le alcanzó un vaso de agua a Migone. “No estaba alterado, pero daba puntapiés contra la puerta pidiendo ver al Oficial a cargo de la dependencia”. Después devolvió las llaves y se quedó encerrado en su puesto, el pasillo del imaginaria, desde donde vio pasar al oficial Falcón, encargado de la comisaría aquella noche que le pidió un cigarrillo para el detenido con quien iba a hablar. Dijo que aparentemente hablaron y se fue. Pero que Migone no cesó de darle puntapiés a la puerta, y que a las 00.30hs vió pasar a Díaz Zapata, dos oficiales mas que no reconoció y un hombre de civil y sintió el cerrojo de la puerta del calabozo. Según él, no escuchó bien qué pasaba, pero si que Díaz Zapata le dijo que se dejara de joder con los golpes. Después de esto reinó el silencio.

“Ahora está tranquilo”- le comentó Espósito y entonces Toloza le pidió ver al detenido. “Yo pedí verlo aunque no me correspondía pero por curiosidad“. El Presidente del TOC4 el Juez Juan Carlos Bruni fue muy insistente en saber porqué a Toloza le pareció necesario ver cómo estaba Daniel tras la visita del personal policial. “Imagínese”- explicó- “patea una y otra vez, va el personal policial, se tranquiliza… a veces el detenido puede autolesionarse”. Yo pedí verlo por tranquilidad.” Entonces según declaró, lo vio en el camastro “y no lo quiso molestar”. El presidente del Tribunal le preguntó si estaba vivo cuando lo vio y Toloza respondió con seguridad que si. Pero después de reiteradas preguntas y respuestas entre Bruni y el imputado, este último debió admitir que hablaba de presunciones, porque en realidad no pudo verlo bien. “¿Se tranquilizó o se murió?”- interrogaba Bruni.

Además el imputado aclaró que fue él mismo el que recuperó el recibo de pertenencias donde figuraba el celular nextel que le habían sacado a Daniel en su ingreso a la comisaría y que horas después apareció como protagonista estelar en un auto y en las fotografías de uno de los robos que quisieron imputarle a Migone. “Cuando el Cabo de Guardia me comunica que viene la Fiscal (por Leila Aguilar) y que pide el registro, veo que no era el que estaba ahí porque no estaba firmado por el detenido, entonces lo armé con lo que junté del tacho”. Además entre otros dichos incomprensibles, Toloza sugirió que Daniel podría haberse autoinfligido las lesiones genitales que figuran en la autopsia, lanzándose de la parte alta del camastro antes de ahorcarse con su campera de jean. También trató explicar la existencia de pastillas y estupefacientes en la dependencia, mencionados por los testigos que pasaron por el juicio, diciendo que no hay un “Cabo de techo” que pueda evitar el ingreso de estas sustancias en los días de visitas.

Los defensores de la bonaerense no dan abasto

Esta mañana prestó declaración el último de los testigos en el juicio por el asesinato de Daniel Migone en manos de la bonaerense. El imputado Toloza no pudo declarar, porque su defensor Julio Beley se encontraba atendiendo el caso de los tres policías que mataron al hincha de Lanús. Su testimonio será finalmente el viernes a las 8.30hs.

Durante la mañana de hoy declaró el último testigo en el juicio que se sigue a los cinco ex policías de la comisaría 9º por privación ilegal de la libertad agravada con resultado muerte por medio de torturas para Díaz Zapata como autor material, y a Espósito, Toloza, Maciel y Falcón como partícipes necesarios. Dicha persona fue el testigo de actuaciones en el supuesto robo del auto que se encontraba en 61 entre 15 y 16 y que se le quiso imputar a Daniel. Lo que aportó tras la relectura de su primera declaración, fué que cuando lo llamaron para que viera los objetos robados, había una persona aprehendida que no alcanzó a ver con nitidez pero que gritaba “testigos, testigos”. Mas tarde se dio lectura a la declaración de una mujer hoy fallecida que contó sobre otro de los robos que intentaron cargarle a Migone. Ella era la suegra del hombre en cuya casa se encontraba Di Salvo, el taxista también hoy fallecido cuyo testimonio fue incorporado por lectura a la causa, y que apoyaba la versión policial sobre los hechos.

La declaración del imputado Toloza se pasó para el próximo viernes a las 8.30hs. Tras este acto, el resto de los imputados decidirán si van a hablar o no y en este último caso se fijará el día y horario en que comenzarán los alegatos, que muy posiblemente comiencen el próximo lunes.

El recorrido del terror

Este mediodía se realizó una inspección ocular en la Comisaría Novena en el marco del juicio a cinco ex policías por las torturas seguidas de muerte y omisión de evitar torturas a Daniel Migone, el 5 de noviembre de 2005. Mañana a las 10 hs. tendrá lugar la última audiencia, que culminará con el testimonio de Carlos Toloza, uno de los imputados. Los alegatos se prevén para el lunes en horas de la mañana.

En medio de la niebla, la rutina matinal de la Novena hoy no fue la misma. Rosa Bru llegó temprano y antes de entrar pasó por la placa colocada por la Asociación Miguel Bru (AMB) que está en la entrada de la dependencia, y que recuerda que allí adentro torturaron, asesinaron y desaparecieron a su hijo Miguel en agosto del 93’. También estaban los Jueces del TOC4 Juan Carlos Bruni, Emir Caputo Tártara y Ernesto Doménech, encargados ésta vez de juzgar a los imputados por la muerte de Daniel Migone, y el Agente Fiscal Martín Chiorazzi. Además, tal y como lo hicieron a lo largo de todas las audiencias, estuvieron veedores de distintas instituciones como la Secretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y la Facultad de Periodismo y Comunicación
Social además de integrantes de la Asociación Miguel Bru, patrocinante del caso y periodistas locales. Una media hora después de las 11.00 ingresaron los ex policías Espósito, Toloza y Diáz Zapata esposados y escoltados por agentes del servicio penitenciario, mientras María Valeria Maciel aguardaba dentro de la dependencia. Falcón se excusó y no fué.

La recorrida fue pedida por el defensor del imputado Toloza, para mostrar los cambios que se habían realizado en la dependencia posterior a la muerte de Daniel. Pero a pedido del particular damnificado, se recreó el momento en que según el testimonio de varios detenidos y personas que estaban en el hall, Daniel pateaba la puerta reclamando que lo liberaran porque le estaba “armando una causa”. El letrado de la AMB Fabio Villarruel apareció enfundado en su traje y sorprendió con unos borceguies casi idénticos a los que tenía Daniel aquella noche: “Del mismo modo que proveímos la campera para que Castillo pueda representar la versión surrealista de la muerte de Daniel colgado de una campera a treinta centimetros del suelo, trajimos borceguis para patear la puerta del calabozo de contraventores, porque en la causa, en la fojas 417 para ser más preciso, hay un informe realizado por el comisario Jaidar donde remite a la Fiscalía todos los secuestros vinculados a la misma, entre los que costa que tenía un par de zapatos tipo borceguies color negro gastado marca Prowork, Industria Argentina número 41 con suela de goma sin cordones”. Así el abogado de la familia Migone, previo haberle solicitado a los jueces que ordenen el corte de calles a la altura de 4 y 59 y 5 y Diagonal 78, para así ambientar la escena a algo que se compadezca más con el movimiento de la noche, comenzó a golpear la puerta, y tanto los jueces y el fiscal y todos los presente, pudieron constatar que las patadas en la puerta de la celda se oían con claridad incluso desde la entrada de la Comisaría.

“Es muy fuerte volver a estar dentro de estos calabozos. Pasaron veinte años desde que mataron acá a Miguel. Se sienten muchas cosas al estar aca y ahora volvemos, porque veinte años después todavía siguen secuestrando, torturando y matando a nuestros pibes.”- sostuvo al finalizar el recorrido Rosa Bru, Presidenta de la organización.

Mañana se tomarán los últimos testimonios. Las expectativas están puestas en el ex policía Carlos Toloza, sobre todo para el rsto de los defensores que manifestaron que tendrán que esperar a escuchar el relato del ex imaginaria de calabozos para decidir si declararán o no el resto de los imputados.

Sobre esto, Villarruel comentó que “aguardamos con mucha ansiedad su declaración, sobre todo después de la inspección ocular de hoy, ya que dentro de la dependencia Toloza se preocupó por señalar que donde existe hoy un tabique de material, antes habia una apertura que llevaba a los sanitarios y que esa apertura se encuentra casi frente al calabozo de contraventores. A partir de estos nos preguntamos ¿será que nos va a develar que ahí fue que Diaz Zapata, Falcón y Espósito introdujeron y mataron a Daniel y que como el estaba encerrado el pasillo del imaginaria, no lo pudo ver?”

El 10 de noviembre de 2005 Daniel fue detenido y estuvo alojado solo una hora en la celda de contraventores de la Comisaría Novena, apareció muerto tirado en el piso. Según el relato de los policías se habría ahorcado con su campera de jean. Ocho años de lucha le llevó a la Asociación Miguel Bru y la familia de Daniel llegar a este juicio, que comenzó hace mas de un mes y durante el cual los peritos forenses aseguraron que Daniel no se suicidó, sino que murió ahorcado “por un accionar compatible con la presencia de un tercero”. Además afirmaron que presentaba lesiones en la cabeza y la zona genital y según los testimonios de varios ex detenidos, Daniel esa noche se quejaba y golpeaba la puerta de la celda pidiendo que lo saquen porque le estaban armando una causa.

También detallaron que las golpizas en la comisaría eran habituales para presionar a los detenidos para que se hicieran cargo de robos y otros hechos.

Días atrás Villarruel pidió la ampliación de la imputación a privación ilegal de la libertad con resultado muerte por medio de torturas para Díaz Zapata como autor y a Espósito, Tolosa y Falcón como partícipes necesarios.

Hoy declaró la mamá de Daniel Migone

Esta mañana declaró la mamá de Daniel Migone, en una nueva jornada del juicio a los cinco ex policías de la Comisaría Novena. Además el defensor de Carlos Toloza pidió que el ex policía declare al término de los testimonios que faltan. Mañana se realizará una inspección ocular en la dependencia policial, donde también fue torturado, asesinado y desaparecido Miguel Bru.

Este martes a las 11 hs. se realizará una inspección ocular en la Comisaría Novena, la misma donde el 17/8/93 secuestraron, torturaron hasta matarlo y desaparecieron a Miguel Bru, hecho que se recuerda con una placa colocada por la Asociación Miguel Bru en su puerta de entrada. Esta medida fue solicitada a pedido de Julio Beley, abogado defensor de Toloza, quien además anunció que el ex policía va a declarar entre el miércoles y el jueves de esta semana. Por su parte los demás abogados defensores dijeron que luego de escuchar a Toloza evaluarán si los otros cuatro imputados también prestarán declaración.

Anabella Carone, conocida como “Porota”, relató hoy que la madrugada del 10 de noviembre del 2005 la policía los despertó para decirles que su hijo Daniel se había ahorcado con su campera de jean en una celda de la comisaría Novena. Explicó que luego de presentarse en la dependencia junto a su esposo, ya hoy fallecido, fueron a la morgue del Hospotal San Martín donde pudo verlo: “No lo podía creer, Daniel estaba muerto”. También contó que su hijo salía con una tal “Natalia” y que la chica también tenía una relación con un policía, que hacía 4 años trabajaba en una pollajería y que vivía en la casa de sus padres con sus dos hijos. “Cuando los policías me dijeron en la puerta de mi casa que Daniel se había matado con su campera les dije: Me lo mataron ahí adentro. Yo sabía que era imposible que Daniel se suicidara. Espero que los culpables reciban la máxima condena que se merecen. Es lo menos que podemos esperar después de 8 años de angustia ” dijo la mamá del joven al término de la jornada.

Durante el juicio, que lleva mas de un mes, los peritos forenses aseguraron que según la autopsia Daniel no se suicidó, sino que murió ahorcado “por un accionar compatible con la presencia de un tercero”. Además presentaba lesiones en la cabeza y la zona genital. Según los testimonios de varios ex detenidos, Daniel esa noche se quejaba y golpeaba la puerta de la celda pidiendo que lo saquen porque le estaban armando una causa. También detallaron que las golpizas en la comisaría eran habituales para presionar a los detenidos para que se hicieran cargo de robos y otros hechos.